El delantero del Valencia CF, Simone Zaza, se ha convertido en poco tiempo en uno de los más queridos en el vestuario ché. A ese futbolista incómodo, que brega hasta la saciedad, que se lo deja todo sobre el césped, le acompaña una persona alegre, cercana y que le quita hierro a los problemas. Zaza es un auténtico bromista y cada día que pasa es uno más del vestuario valencianista.
Se ha ganado el respeto de los pesos pesados del vestuario por su entrega y por las ganas que le pone a cada partido, pero además, por su forma de ser se ha permitido bromear con varios de sus compañeros por la redes sociales como con Siqueira y Gayà. Pero, además, es una persona que tiene gran feeling con los más jóvenes; le ha ocurrido con Munir, lo que le pasó con Morata en la Juventus, pese a disputarse un puesto en el terreno de juego siempre empatiza con sus compañeros.
En la sesión de este miércoles por la mañana se ha podido comprobar el buen rollo que tiene con sus compañeros en los rondos del proceso de activación previo al entrenamiento en la Ciudad Deportiva. Zaza es capaz de apretar de lo lindo, sin hacer ninguna entrada excesivamente fuerte, a pedirle un poco más de esfuerzo a Siqueira o bromear con Munir o Nani. En una jugada de la sesión, apretó a Munir para que éste perdiera el balón, pero el joven futbolista hispano-marroquí se fajó del italiano y Zaza cayó al suelo. Sin pensárselo, lo cogió del pie, le quitó la bota y así evitó que le pasaran de nuevo el balón. Munir no daba crédito.
El ex del FC Barcelona no se lo podía creer y provocó en él una enorme carcajada. Lo mismo le ocurrió a Nani, quien regateó al punta transalpino y éste dejó la bota muerta para buscar golpear la espinilla del luso. Esto también provocó la carcajada de Nani. Pero es que Simone es capaz de retar a los integrantes del cuerpo técnico para hacer una competición disparando a portería... este es Simone Zaza. Un genio y figura tanto dentro como fuera del terreno de juego.