Mestalla bate el récord de asistencia de la Liga Femenina
El Valencia CF - Levante UD Femenino batió el récord Asistencia de la Liga Iberdrola al congregar en Mestalla a más de 17.000 personas. El dato crematístico, sin embargo, no puede ocultar una realidad aún mayor que es el auge y la consagración de Valencia y Mestalla como uno de los epicentros del fútbol femenino. De hecho, desde una hora antes del encuentro, los aledaños de Mestalla se llenaron de aficionados de ambos conjuntos que convirtieron el histórico derbi en una fiesta.
El techo estaba en los 13.935 espectadores que asistieron en el Vicente Calderón al Atlético-Barcelona del pasado mes de diciembre, dato que el derbi de Mestalla, histórico por ser la primera vez que el estadio acoge un partido de estas características, lo superó ampliamente.
Durante los noventa minutos reinó el buen ambiente y los cánticos de ánimo a ambos conjuntos -aunque algo más por parte del Valencia- que jugaba en casa y contó con el apoyo inestimable de la Curva Nord y diversos colectivos valencianistas. Obviamente, el resultado ayudó a incrementar las fuerzas de los locales y mermar las de las visitantes que, futbolísticamente hablando, este domingo fueron unas convidadas de piedra.
Valencia, epicentro del fútbol femenino
Sin embargo, el hecho de que fuera un derbi, que la entrada fuera gratuita y que los dos equipos estuvieran bien clasificados -terceras y cuartas respectivamente- incentivó a que en la mañana del domingo se batiera un récord y se marcara un hito para la historia. Y es que, por nivel deportivo y por afición, Valencia y, desde este domingo Mestalla, se han convertido en el epicentro del fútbol femenino español. No hay que olvidar que el partido de ida -el único que ha perdido el Valencia CF hasta la fecha- también se disputó en un recinto de élite como fue el Ciutat de València.
La afición, con la goleada, terminó haciendo la ola mejicana, y disfrutando de la fiesta del fútbol valenciano, que culminó con ambos equipos saludando a la afición y el Valencia CF haciendo una piña en el centro del campo.