La llegada de Marcelino al Valencia CF es todo un acierto. El Valencia CF deja de lado los experimentos y apuesta por un entrenador contrastado, conocedor del fútbol español y cuya capacidad para obtener un gran rendimiento deportivo en todos y cada uno de los equipos en los que ha estado, está fuera de toda duda. Más allá de las prestaciones tácticas y meramente deportivas que pueda aportar Marcelino al vestuario valencianista, su elección supone un punto de inflexión en el proyecto valencianista que no encuentra precedentes desde el desembarco de Meriton Holdings a orillas del Turia.
Por primera vez desde que Peter Lim posee la mayoría accionarial del club de Mestalla, una de las decisiones importantes de gran calado como es el inquilino del banquillo se ha tomado en base a la opinión de los profesionales del fútbol que trabajan en el Valencia CF y no como consecuencia de la propia opinión y capricho del propietario asesorado por personas externas al club que en determinados momentos se han movido más por beneficio personal que por el bien del la sociedad blanquinegra. En este sentido, la llegada de Mateo Alemany como nuevo director general abrió la puerta a un nuevo escenario en la toma de decisiones y el amplio margen de autonomía del mandatario balear se ha evidenciado en la elección de Marcelino. La propiedad ha conseguido abrir una fractura entre el club y la afición a tenor de muchas decisiones que no han hecho más que empequeñecer el club y sus aspiraciones deportivas
A lo largo de estas dos últimas temporadas, la propiedad ha conseguido abrir una fractura entre el club y la afición a tenor de muchas decisiones que no han hecho más que empequeñecer el club y sus aspiraciones deportivas.
En ese sentido, Marcelino gusta mucho entre los aficionados pues consideran que es el idóneo para reflotar el Valencia CF. Es la primera opción y es el técnico con mayor porcentaje de apoyo entre los aficionados tal y como acredita la encuesta elaborada por este diario.
En el horizonte quedan todavía muchas cosas que hacer y que lo de Marcelino saldrá bien o mal ya que esto es fútbol y la fortuna tiene mucho que decir en lo que ocurra pero con esta decisión, la hinchada valencianista tiene la sensación de que su club, al menos, empieza a hacer las cosas de una manera coherente y eso cuanto menos es reconfortable y esperanzador.