La Curva Nord volvió a rugir con fuerza este sábado para animar al Valencia Mestalla en su trascendental partido frente al Celta de Vigo ‘B’ en los play-offs’ de ascenso a la Liga 1|2|3. La grada de animación del club ‘che’ dejó de lado sus problemas con la directiva valencianista y reactivó sus cánticos para convertirse de nuevo en ese jugador número 12 que tanto necesita Mestalla.
Ha sido una temporada convulsa en todos los sentidos para el Valencia. A la mala trayectoria del equipo y a todos los problemas institucionales que ha tenido a lo largo del año, se sumó el conflicto con la Curva Nord, que cesaron en su animación a raíz de unas decisiones por parte de la directiva valencianista que consideraban injustas. Pese a ello, cuando el equipo atravesaba sus horas más bajas, entendieron que el equipo necesitaba su aliento más que nunca y empujaron al conjunto de Voro hasta que salió del tremendo bache en el que se había metido.
Eso sí, una vez el equipo consiguió la salvación, la llama de la Curva se volvió a apagar y no ha sido hasta hoy cuando se les ha podido ver en plena acción nuevamente. Repleta como en sus mejores tiempos y alentando a los chicos de Curro Torres desde el inicio, la Curva estuvo al lado del filial en todo momento. En el tiempo de descanso, también hubo tiempo para que reclamaran y entonaran el "Curva Nord, solución". Fue un partido en el que se citaron 12.000 aficionados valencianistas en busca del pase del Valencia Mestalla a la segunda ronda de las eliminatorias de ascenso a Segunda División.
El asunto de la Curva es una de las 'patatas calientes' que tendrá que resolver el club en vistas al verano. Como ya se ha demostrado en infinidad de ocasiones, la energía de Mestalla es fundamental para que el jugador se sienta cómodo y para que los rivales sientan esa olla a presión que es el estadio de la Avenida de Suecia. En ese sentido, la presencia de la grada de animación es imprescindible.