El 16 de noviembre de 1997, es decir, tal día como hoy hace 20 años, jugó su último partido con el Valencia CF Romário de Souza Faria, más conocido como Romario a secas en el mundo del fútbol y en el de la noche. Aquel delantero que llegó al conjunto de Mestalla en 1996 con la etiqueta de crack goleador acabó saliendo un año después por su conducta irresponsable y tras haber discutido con casi todos los estamentos del club.
Ese Valencia-Betis jugado hace 20 años, que acabó con victoria valencianista por la mínima con gol de Djukic, fue el discreto adiós de un hombre que llegó a Valencia con 30 años y que solo llegó a jugar 11 partidos de Liga, en los que marcó 5 goles, muchísimos menos de los que se esperaban cuando aterrizó. De hecho, en lugar de goles, lo que Romario aportó al Valencia CF fue inestabilidad y multitud de situaciones surrealistas debido a su afición a la vida nocturna. Prueba de ello son las declaraciones que, ni corto ni perezoso, el delantero realizó en rueda de prensa un mes antes de que su relación con la entidad finalizara con su traspaso al Flamengo.
Allá van algunas de las frases más destacadas, para quien no las recuerde:
- (Sobre sus salidas nocturnas y la impresión hacia sus compañeros): "¿Compañeros? ¡Joder! Los compañeros, que se jodan. Si vienen a hablar conmigo de este tema los mando ya sabéis dónde. No les tengo que dar explicaciones sobre estas cuestiones".
- (Sobre su vida privada): "Cuando salgo de la ciudad deportiva soy el dueño de mi vida y hago lo que quiero. Mi vida privada es mía. Y si queréis, cuando salga, os llamo y os digo estoy en tal o tal bar. Yo no me escondo".
- (Romario, la noche y la anécdota del Palmeiras): "Hace 18 años que juego al fútbol y la noche siempre ha sido amiga mía. El día que el presidente vino a ficharme le comenté que la noche me encanta y que cuando no salgo, no marco. El día del Palmeiras salí por la noche, llegué a las siete de mañana al hotel luego, marqué tres goles. Desde entonces no he vuelto a salir más y los goles no llegan, así que habrá que empezar a salir por las noches. Salí el jueves, salí ayer, saldré hoy y la próxima semana creo que haré igual. Y a quien no le guste...".
- (Sobre la decisión de Luis Aragonés de que fuera suplente): "O el entrenador o yo. He venido a jugar, no a entrenar". Muchos años después, en mayo del presente año, se referiría al ya fallecido entrenador en una entrevista como "un imbécil".
Los conflictos de Romario en el Valencia comenzaron con Luis Aragonés en el banquillo en 1996, cuando este le dejó fuera de las convocatorias para la eliminatoria de UEFA contra el Bayern. Una serie de enfrentamientos a partir de ahí provocarían la cesión del jugador al Flamengo hasta final de temporada.
Casi un año después, Valdano, que había llegado a Mestalla como nuevo técnico a mitad de la temporada anterior, recupera para la causa a Romario, del que dice que es un jugador de dibujos animados, pero este se lesiona en pretemporada y Valdano es destituido después de tres derrotas en Liga.
La llegada de Ranieri al banco valencianista solo haría que empeorar la situación, ya que en octubre se enfrentarían en el vestuario después de que el jugador saliera de fiesta antes de un partido en Vigo. Romario explota en la rueda de prensa que se recordaba hace unas líneas y varias polémicas más se suceden (irse a casa antes de acabar un partido contra el Oviedo, runrún de Mestalla...) hasta que finalmente vuelve a ser traspasado al Flamengo a final del año 1997. Así finalizaba la triste etapa de un genio del fútbol cuyo carácter le impidió triunfar en el Valencia CF.