Diakhaby no le falles a la tradición
Mouctar Diakhaby se va a convertir en el tercer fichaje del Valencia CF esta temporada. El joven central francés, que llegará traspasado del Olympique de Lyon a cambio de 15 millones de euros, no sólo tiene ante sí la responsabilidad de hacerse hueco en un equipo que tiene una defensa experta y plagada de buenos jugadores, sino que además debe respetar la tradición de exitosos centrales franceses que ya han triunfado en el Valencia CF.
Mouctar Diakhaby será el decimosexto jugador francés en la historia del Valencia CF. El club ha tenido en sus filas campeones del mundo como Didier Deschamps; laterales de primerísimo nivel como Jocelyn Angloma; mediocentros que enamoran a la grada como Geoffrey Kondogbia y Francis Coquelin, pero también cuatro centrales de élite que dejaron un gran sabor de boca en la hinchada valencianista.
Alain Roche abrió la lata
El primer central francés que defendió los colores del Valencia CF fue Alain Roche, que llegó al Valencia procedente del PSG con 31 años. Estuvo dos temporadas, las del comienzo del gran Valencia de finales de siglo: La 98-99, en la que el Valencia llegó a Europa gracias a la Intertoto y la Copa del Rey; y la siguiente, la de la primera final de Champions y la de Supercopa de España.
Con Ranieri se consolidó en una defensa de cinco pero con Cúper no tuvo continuidad y terminó por irse al final de la primera temporada de la Liga de Campeones al Girondins de Burdeos donde empezó su carrera .
Mathieu, de lateral a central
Casi una década después de que se fuera Alain llegó Jeremy Mathieu. El francés estuvo cinco temporadas en el Valencia CF donde llegó en el verano de 2009 procedente del Tolouse. Sus primeros años en Mestalla fue el dueño del carril izquierdo primero superando a Asier Del Horno y después dejando paso a Jordi Alba cuando empezaron sus lesiones y sus molestias en el tendón de Aquiles. Cuando volvió al equipo Ernesto Valverde le reubicó como central. Era la temporada 2012-13 y el técnico le cambió la vida.
No en vano, con Djukic se asentaría en el centro de la zaga y con Pizzi sería capitán. Su mejoría como zaguero fue tal que en el verano de 2014 el FC Barcelona pagó su cláusula de rescisión fijada en 20 millones de euros.
Rami empezó bien pero acabó trasquilado
Mientras Mathieu se reconvertía en central, el Valencia CF fichaba a Adil Rami, hoy internacional absoluto con Francia en el Mundial de Rusia 2018. Llegó a Valencia para jugar la temporada 2011-12 procedente del Lille, equipo con el que ganó la Liga y la Copa. Su fichaje se cerró en el invierno pero se incorporó en verano y su primera campaña fue fulgurante: 53 partidos oficiales.
Su segunda campaña no fue tan brillante, aunque jugó 36 partidos oficiales; y en la tercera se terminó estrellando. Como le había pasado en el Lille, una situación extradeportiva le costó el puesto. En septiembre es expulsado de una concentración del equipo en Granada tras rajar contra el técnico (Djukic) y parte de sus compañeros. Fue suspendido con una semana de empleo y sueldo y se marchó cedido hasta el final de temporada al Milán, que terminaría quedándoselo en propiedad. De ahí iría al Sevilla y después al Olympique de Marsella, donde ha recuperado el mejor nivel que mostró en el Valencia.
Mangala, el último de una gran estirpe
Hasta la llegada de Mouctar Diakhaby, el último gran central francés que ha vestido los colores del Valencia CF fue Eliaquim Mangala. El de Colombes sólo necesitó una temporada en Mestalla -la 2016-17- para colarse en el corazoncito de todos los aficionados valencianistas. Llegó cedido procedente del Manchester City, dónde regresó una temporada después muy a pesar de los deseos de una gran parte de los seguidores del Valencia que, aún hoy en día reclaman su regreso.
Este año, Mangala no jugó en Manchester, fue cedido al Everton, pero se lesionó y acaba el año con apenas 17 partidos y la sensación de que en Valencia habría podido ser un futbolista trascendental.
El testigo lo recogerá Mouctar Diakhaby, que en breve se comprometerá con el Valencia para las próximas cinco temporadas. El joven francés sabe que no le puede fallar a la tradición.