Quique Sánchez Flores, exjugador y exentrenador del Valencia CF, ha confesado porqué se hizo aficionado del conjunto de Mestalla antes incluso de comenzar su carrera profesional y ha recordado su agrio enfrentamiento con Amedeo Carboni cuando este pasó de estar bajo sus órdenes en el vestuario a ser director deportivo de la entidad.
Son dos de los aspectos más reseñables que cuenta el exvalencianista en una amplia e interesante entrevista en la revista JotDown Magazine. Así, plácidamente Quique relata como, de bien pequeño, Di Stéfano fue el "culpable" de que se hiciera del Valencia CF. Di Stéfano fue su padrino "por amistad pura y dura en la plantilla del Madrid . (...) Y se portaron muy bien con nosotros siempre. Mi familia quedó desestructurada por el divorcio, que en aquella época era un drama. Una burla social. Si encima tu familia era conocida, ya no era solo el barrio, era más. Eso nos pasó", explica que Quique.
Yo me hice del Valencia desde muy pequeño porque Sara, cuando Di Stefano les entrenaba, no paraba de mandarnos bufandas, balones firmados por la plantilla, camisetas, y me entregué al club.
El exentrenador cuenta, además que "fueron un apoyo brutal para mi madre, en todos los sentidos, económico, emocional y presencial. Yo me hice del Valencia desde muy pequeño porque Sara, cuando Di Stefano les entrenaba, no paraba de mandarnos bufandas, balones firmados por la plantilla, camisetas, y me entregué al club. Con Alfredo el contacto más cercano fue cuando luego terminó siendo mi entrenador en el mismo Valencia, que eso era como una atracción artística".
Un poco más adelante relata porqué su Valencia bajó a Segunda. "El fútbol no perdona y hay muertes anunciadas. El equipo ya se había salvado antes de milagro en el último minuto ganando 1-0 en casa, con el gol de Tendillo. Se veía una falta de organización, de recursos… No creías que el equipo fuese a bajar, pero bajó. Como le pasó luego al Atlético de Madrid. Ese tipo de descensos son como las arenas movedizas de las películas de Tarzán, que te atrapan, te tiran para abajo y te van hundiendo poco a poco y no te terminas de creer tu destino hasta que pasa"
Repasando su historia en el Valencia, Quique cuenta con detalle todos los nombres de su época. Así, recuerda al Valencia de Espárrago "Ese Valencia no llegó a la Champions porque había reglas diferentes, y es una pena porque jugaba muy bien al fútbol", y a Penev, "Tenía fama de salir de noche y gustarle las chicas, qué problema ¿no? Si eres joven, alto y guapo… Todo lo que vemos ahora que hace Cristiano, ya lo hacía Penev. Llegaba una hora antes, se metía en el gimnasio, de ahí se iba al entrenamiento y lo acababa el último".
De Mijatovic explica Quique que el día que "el día que debutó le metió dos goles al Oviedo, recuerdo que Fernando y yo nos miramos y nos dijimos: «Sí, así es más fácil». Nadie sabía quién era Pedja, cayó en el equipo y no sabíamos nada de él, no había ni Google ni YouTube. Pero descubrimos rápidamente, en los entrenamientos, que pensaba más rápido que los demás". Poco después añade: "Era un jugador que estaba siendo muy importante y se rompió un contrato para llevarlo a Madrid. La gente no olvida":
"He sido toda la vida del Valencia, aunque cuando juegas como profesional todas esas cosas varían mucho", dice Quique cuando entra a analizar su etapa en el Real Madrid.
Tras colgar las botas, Quique Sánchez Flores fue entrenador del Getafe y después del Valencia, donde su relación con Carboni lo truncó todo.
"el presidente permitió que se creara una distancia entre Carboni, el director deportivo, y yo que fue visible por todo el mundo. Ahora, con distancia, creo que a ninguno de los dos nos convino lo que pasó, pero pienso que se eligieron mal los cargos. El cisma afectó tanto en la grada que no importaron ni los resultados, que eran buenos".
"Me traía jugadores que… -continúa Quique- No sé si lo que faltaba era experiencia, y por parte de los dos".
Los periodistas Álvaro Corazón Rural y Albert Ortega le recuerdan que una vez Carboni no pudo entrar al vestuario y se puso a gritar diciendo que se lo impedían tus 'cuatro banderilleros', a lo que Quique responde: "No me acuerdo, pero pudo ser. Eso te da la idea de hasta qué punto se degradó la situación y el error que cometió la presidencia permitiéndolo".
Para acabar su etapa en el Valencia CF, Quique reconoce que se equivocó "Pude haberme ido antes, lo pensé, pero no lo hice". Al final terminó destituido.