El Valencia CF ganó con más sufrimiento del esperado al CD Ebro y sentenció su pase a octavos de final de la Copa del Rey. El irrelevante Valencia-Ebro se resolvió gracias a el gol de Batshuayi y las paradas de Jaume Doménech que evitaron un disgusto mayor en Valencia tras una semana horrible en la que el equipo quedó eliminado de la Champions y perdió en el Bernabéu ante un mal Madrid.
De inicio, Marcelino apostó por un once plagado de suplentes con la excepción de Kondogbia y los puntas, entre otras cosas porque no tenía más. El Ebro salió valiente y peleón. De forma fortuita, Teo Tirado en el diez le dio un codazo a Kangin Lee que lo dejó sangrando, noqueado y fuera del duelo unos minutos. El asiático fue el más incisivo en los primeros minutos y, un par de pases filtrados suyos, fueron lo más destacado en un comienzo de partido irregular.
El irrelevante Valencia-Ebro se resolvió gracias a el gol de Batshuayi y las paradas de Jaume Doménech que evitaron un disgusto mayor en Valencia tras los últimos varapalos
Kondogbia, desde fuera del área en el 25, rompió la dinámica del encuentro. Su disparo, potente, se fue desviado por poco. Sería, sin embargo, un tiro de Gerrit el que provocara la primera gran intervención de la noche de Jaume y los primeros pitos de desaprobación en Mestalla. Al respetable (23.272 espectadores) no le gustaba nada lo que veía.
Marcelino cambió de bandas a Kangin Lee y a Ferran Torres y el equipo mejoró algo, pero no se libró de una sonora pitada al descanso. El 0-0 no es que pusiera en peligro la clasificación, pero no respondía a la diferencia deportiva y económica entre ambos equipos.
Sin variaciones en el equipo, pero con los mismos nervios en la grada comenzó la segunda mitad. De nuevo sería un disparo lejano de Racic el que sacaría el uy de las gradas. El serbio, muy serio en su debut precedió al disparo de Ferran Torres, otro que anda de capa caída, pero que probó suerte con su pierna menos buena. Salva, casi un espectador más hasta el momento, respondió sin demasiados apuros.
Batshuayi, a balón parado probó suerte con poco acierto. Fue el preámbulo de su gol. El internacional belga aprovechó un centro medido de Lato desde la izquierda para, de cabeza y libre de marca, anotar el 1-0. El público, sin emocionarse, sonreía algo más y el belga lo volvió a probar. Por desgracia, su chut potente, se estrelló en un costado de la meta aragonesa.
Marcelino, pensando en la final de Sevilla, sentó a Gameiro -estuvo mal- y sacó a Cheryshev. Kangin Lee dejó la banda para acabar como segundo punta. Después sería Racic -bien- el que cedería su puesto a Dani Parejo, recibido con una sonora pitada.
Kangin Lee, ovacionado, sería el último sustituido y su puesto al prometedor Álex Blanco, un extremo izquierdo que jugó en punta por falta de delanteros. Fue justo antes de que otro de la terreta, Jaume Doménech, hiciera la segunda gran parada de la noche que evitó el empate del Ebro.
Poco podría demostrar el canterano en un partido espeso en el que sólo las individualidades aisladas de Batshuayi y una gran jugada de Ferran Torres pusieron el toque picante al final.