Siguiendo con el serial que ha comenzado ElDesmarque Valencia para repasar algunos de los nombres y momentos imprescindibles de la historia del Valencia CF en su Centenario, nos adentramos en el cuarto capítulo en la década de los 50, donde el Valencia CF basó sus éxitos en la Copa del Rey, por entonces llamada del Generalísimo. La competición del KO es una competición fetiche para los valencianistas, un torneo que ha dado grandes alegrías a este club desde que se asentó en la élite.
Así, tras ganarse el apelativo de bronco y copero en la década de los 40, dónde disputaron ocho semifinales en una década (el Valencia superó cinco y finalmente conquistó dos títulos: el de 1941 y el de 1949, los valencianistas se adentraban en una década en la que la Copa del Generalísimo iba a traerles las principales alegrías.
Tras un comienzo dubitativo e insípido de década, el 54 se cortaría la racha. No fue una gran campaña, pero sin duda o mejor de aquel año fue la consecución de la Copa del Generalísimo. El rival fue el Barcelona, pero esa vez el equipo catalán cayó estrepitosamente por 3-0, por lo que el club de Mestalla se tomaba una merecida revancha de la final de 1952 ganada por los catalanes. Aquel 20 de junio de 1954, Quincoces alineó a Quique, Monzó, Puchades, Badenes, Pasieguito, Seguí, Sócrates, Juan Carlos Quincoces (sobrino del entrenador), Mañó, Fuertes y Buqué. Los goles fueron anotados por Fuertes, en dos ocasiones, y Badenes.
Si el Valencia aquilató el mote de bronco y copero fue, entre otras cosas, por actuaciones como las de Puchades al realizar un feroz marcaje individual sobre Luis Suárez en la final de Copa de 1954 que daba al Valencia su tercera Copa frente al Barça. Fue el día que Quique se subió al larguero en Chamartín para celebrar el título.
El Valencia CF de los 50 fue el Valencia de Antonio "Tonico" Puchades. Al frente de una generación magnífica, el jugador de Sueca fue el santo y seña de un Valencia CF que siguió asombrando a España entera. Cuentan las crónicas de la época que fue el mejor centrocampista de la historia. Brilló durante trece temporadas en el Valencia CF y en la selección española, con la que disputó 23 encuentros, el primero de ellos en1949.
Al margen de lo reseñado cabe destacar que en esta década se produjo la primera ampliación de Mestalla.La remodelación, que permitió que Mestalla pudiera dar cobijo a 45.000 espectadores, supuso una inversión próxima a los cien millones de pesetas, una cifra muy alta para aquellos tiempos.
Años después, exactamente el 14 de octubre de 1957, las fuertes lluvias de varios días acabaron desbordando por completo el caudal de río Turia a su paso por la ciudad y provocando numerosas pérdidas humanas y materiales. Por su proximidad, uno de los edificios que más afectado se vio por el agua de la riada fue el estadio de Mestalla. El Valencia CF vio como su estadio quedaba completamente inundado durante aquellas horas y el agua llenaba las gradas, dejando un panorama desolador: las butacas caídas sobre el césped y el acceso al estadio y a vestuarios totalmente inundado. El Valencia CF tuvo que disputar cinco partidos consecutivos como visitante por la gran 'riuà'.
El triste colofón a la década lo pondría la dimisión en 1959 de Luis Casanova. El histórico presidente ponía fin a casi dos décadas al frente de la entidad, siendo aún hoy en día el más laureado de toda la historia. El estadio de Mestalla llevó su nombre entre 1969 y 1994 como homenaje al empresario cinematográfico que tanto hizo por el club y fue, sin duda, el gran promotor para la construcción del estadio que actualmente alberga los encuentros del Valencia CF.