El Valencia CF ganó gracias a dos goles de Santi Mina y un tercero de Ferran Torres al Sporting de Gijón y se clasificó para cuartos de final de la Copa del Rey. Los de Marcelino necesitaban remontar el 2-1 de la ida y, aunque les costó, al final encontraron el acierto perdido gracias a Mina, su ariete más en forma. Fue un Valencia-Sporting que sirvió para dar algo de aire a un proyecto que, sin embargo, necesita ahora enderezarse en Laliga. Mestalla no falló y, en otro claro ejemplo de madurez, llevó en volandas a los suyos cuando más falta les hacía.
Marcelino hizo rotaciones de inicio, pero las justas. Así, si los canteranos Ferran y Kang In estaban en un once en el que sin embargo, Coquelin y Parejo tenían que llevar los galones. Mestalla, casi en familia, en una noche fría, exigía y merecía una remontada. El ambiente, como la noche, frío, pasó por alto que la primera aproximación fue asturiana. Sin embargo, como por arte de magia despertó con una cabalgada, la primera de la noche, de Gameiro cuyo centro casi propicia el gol en propia puerta del Sporting.
Rodrigo, magistral fuera de la zona de remate, conducía casi todo el juego de un Valencia que, como un diésel, iba adquiriendo velocidad de crucero con el paso de los minutos. En el 16 un dudosísimo fuera de juego impidió a Gameiro irse solo contra Dani Martín. Estrada se desentendió. El colegiado desesperó a la grada con sus acciones incomprensibles.
El Valencia se gustaba, creaba pero ¡Oh sorpresa! fallaba en los metros finales y el Sporting empezaba a desperezarse. Los nervios afloraban en Mestalla. La pitada al descanso fue monumental.
El Valencia se gustaba, creaba pero ¡Oh sorpresa! fallaba en los metros finales y el Sporting empezaba a desperezarse. Los nervios afloraban en Mestalla que veía como su equipo no podía. La pitada al descanso fue monumental.
Mina ni siquiera entró a la caseta durante el descanso. Se quedó calentando para salir y ser el revulsivo que necesitaba el equipo. Sentó a Rodrigo y el primer balón que tocó fue sacado en la línea por un defensor del Sporting. El Valencia quería pero no podía.
Se mascaba el gol pero este no llegaba, ni tan siquiera en unas manos dentro del área visitante que el VAR no sometió a su juicio. El centro fue de Kang In, voluntarioso y creativo, pero condenado en la banda le es difícil brillar.
Pensando en LaLiga Santander, Marcelino sentó a Coquelin y sacó a Carlos Soler y por fin vino el gol. Un gran centro de Wass desde la derecha permitió a Mina conectar un cabezazo inapelable que ponía al Valencia en ventaja. 1-0 y remontada conseguida. El pichichi de la Copa volvía por sus fueros y lo hacía como él sabe, marcando por partida doble. Así, en el 76 un nuevo centro desde la derecha, de Ferran Torres, permitía al gallego adelantarse a su par y poner el 2-0 en el marcador.
Qué falta le hacía a Mestalla un triunfo claro aunque sea ante un rival de Segunda y con suplentes. El segundo tanto permitió a los de Marcelino jugar a placer y terminaron redondeando la noche con un tercero, obra de Ferran Torres, que marcó tras driblar con clase a su par, y culminar una buena contra con el tiempo ya cumplido.