Las entradas para la final de la Copa del Rey se han convertido en el tema central alrededor del que gira toda conversación en el Valencia CF. Todo el mundo quiere estar el 25 de mayo en el Benito Villamarín para acudir a esta cita histórica. En las oficinas de Mestalla son conscientes de que la petición va a superar con creces las 23.200 entradas que le corresponden y por ello se estrujan los sesos para encontrar el método para repartir las entradas que sea más justo.
En cualquier caso, todavía falta por conocer el precio de las entradas para la final de la Copa del Rey. Éste quedará fijado tras una reunión entre la Real Federación Española de Fútbol, el Valencia CF y el FC Barcelona que todavía no tiene fecha. Se prevé que el encuentro tenga lugar dentro de dos semanas, aprovechando que el calendario concede una tregua a los clubes por el parón liguero.
Para establecer los parámetros en los que se podrían mover los precios de las entradas para la final de la Copa del Rey conviene revisar lo que sucedió en ediciones anteriores.
En 2016, el FC Barcelona y el Sevilla FC se vieron las caras en la final que se disputó en el Vicente Calderón. En aquella ocasión, el precio de las localidades fue desde los 50 euros la más barata hasta los 240 euros.
Para la final de 2017 en la que se enfrentaron el Barça y el Deportivo Alavés en el Vicente Calderón, la entrada más barata fue de 60 euros, mientras que la más cara llegó a los 240 euros.
Por último, la temporada pasada se bajó el precio de las entradas para la final que disputaron el Barcelona y el Sevilla en el Wanda. La más barata costó 45 euros y la más cara 190.
Todavía no se conoce la cifra exacta, pero sobre un aforo de 60.720 espectadores del Benito Villamarín, el 40 por ciento de las entradas van para cada club finalista, es decir, 24.288 localidades. 12.144 billetes serían para la Federación. Sin embargo, por motivos de seguridad, este cupo quedará reducido a unas 23.200 para club y 11.000 para la Federación y sus compromisos.
El Valencia CF busca el método para realizar el reparto de entradas. Así, según ha podido saber ElDesmarque Valencia la doble premisa con la que trabaja el club de Mestalla es clara: Ser abonado y, después, la fidelidad. La idea con la que el Valencia CF trabaja a día de hoy es que le lleguen el máximo número de entradas posibles al mayor número de abonados y que, para distribuirlas entre estos, tendrán cierta ventaja o prioridad aquellos que hayan sido más fieles asistiendo al estadio.