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La maldición de Koeman cumple 11 años

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El periodista no es noticia

Han pasado 11 años desde que el Valencia CF ganara su última Copa del Rey. En poco más de un mes tiene la opción de desquitarse y acabar con una larga sequía de títulos impropia de un club de la categoría del conjunto de Mestalla. Pesa desde aquel día la maldición que verbalizó Ronald Koeman después... Es la hora de desquitarse.

Se cumplen 11 años desde que el Valencia CF se proclamara campeón por última vez. Fue en Madrid, tal día como hoy, un 16 de abril, pero en 2008. Un Valencia en crisis en LaLiga, flirteando con el descenso y repudiando a su entrenador levantaba el título de la Copa del Rey de 2008. 11 años, 1 mes y 9 días después podrá desquitarse de aquella espera. Será el próximo 25 de mayo, en el Benito Villamarín de Sevilla y contra el FC Barcelona.

Campeón a pesar de las dificultades

Hoy, sin embargo, toca recordar aquella gesta, el último coletazo de una generación mágica que, pese a los desmanes de Ronald Koeman, logró levantar el último título que luce en las vitrinas del club. Aquel título y la maldición que el mal entrenador holandés vertió sobre el Valencia CF después de ser despedido.

Aquel 16 de abril los todavía dirigidos por Ronald Koeman se proclamaron campeones de la Copa del Rey en un partido disputado en el Vicente Calderón que se saldó con la victoria valencianista por tres a uno ante el Getafe

En el viejo recinto rojiblanco formaron Hildebrand; Miguel, Alexis, Albiol, Moretti; Baraja, Marchena, Silva; Arizmendi, Villa y Mata, por parte del Valencia y Ustari; Cortés, Cata Díaz, Tena, Licht; De la Red, Casquero, Contra, Granero; Albín y Manu del Moral, por parte del Getafe. El Valencia CF venció a los azulones por tres goles a uno con los tantos de Alexis Ruano, Juan Mata y Fernando Morientes. Granero fue el autor del único tanto rival en una noche en la que los valencianistas fueron muy superiores a su rival y eso que llegaban deportivamente tocados.

Cañizares, Albelda y Angulo apartados

La sombra de la autogestión del vestuario -siempre se dijo que fueron los futbolistas los que haciendo caso omiso a Koeman formaron el dibujo en el campo- planeó aquel título.

El vestuario llegaba muy tocado a la cita. Eran tiempos difíciles tanto institucional como deportivamente con el equipo al borde del descenso en la Liga y con tres estandartes del vestuario como Angulo, Albelda y Cañizares, apartados por decisión técnica y polémica del entrenador, y permitido por el máximo accionista, Juan Soler, que había dimitido poco antes de la final y puesto en el cargo de presidente a su amigo Agustín Morera. 

El título no calmó las cosas en la capital del Turia y Koeman fue destituido a los pocos días de ganar la Copa del Rey. El fin de semana próximo a la final de copa, el Valencia viajó a San Mamés, donde perdió por cinco a uno y ahí llegó la destitución del holandés, que estaba enfrentado con el vestuario. Le sustituiría Voro quien, además de dotar de cierta normalidad al vestuario recuperando a los apartados, trajo de nuevo los buenos resultados y el equipo consiguió evitar el descenso de categoría.

El ramalazo de Koeman

El técnico holandés, no contento con haber llevado al equipo a puestos casi de descenso y haber apartado tres jugadores emblema del club, lanzó una maldición tiempo después de haber sido despedido. Así, en 2011 Ronald Koeman, aseguró que el título de Copa del Rey que ganó en 2008 sería el único que ganaría en cinco años. Fue en la previa de un Barcelona-Real Madrid y, por desgracia han pasado no cinco, sino once desde que el Valencia ganara el último título. 

Once años después, se respira un ambiente social y deportivo muy distinto en el club valencianista. Tanto es así que, de la mano de Marcelino, el momento de reverdecer viejos laureles y sumar un nuevo título a aquella Copa del Rey de 2008 está de nuevo al alcance de la mano del Valencia. De momento, son once los años que dura la maldición de Koeman. Es hora de acabar con ella.

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