El entrenador del Arsenal, Unai Emery, señaló este miércoles, que pese a la ventaja de su equipo por el 3-1 de la ida de las semifinales de la Europa League, le tienen mucho respeto al Valencia CF y añadió que cree que la eliminatoria sigue estando al cincuenta por ciento.
Al técnico español se le recordó sus cuatro temporadas en el Valencia, así como la eufórica celebración en Mestalla, hace cinco años, cuando logró con el Sevilla la clasificación para la final de la Europa League en el último minuto gracias a un gol de M'Bia.
“He vivido el fútbol con emociones muy altas toda mi vida. Mis emociones en el fútbol siempre han estado intactas. Ese proceso los he vivido en todos los equipos y los quiero vivir en el Arsenal. Eso no quita en cada momento hacerlo con el mayor respeto posible”, dijo.
"Valoro sobremanera el trabajo que hice aquí, tengo mucho amigos, muy buenos recuerdos de esta ciudad. El Valencia es un club muy importante y ahora tiene un entrenador estupendo. Jugar una semifinal contra el Valencia es algo extraordinario y me hubiera gustado jugar la final contra ellos", confesó.
"Sin duda es un lugar especial para mí. Aquí tengo muchos amigos pero soy un profesional y mañana tengo que defender al Arsenal e intentar ganar, voy a dejarme todo por mi equipo sabiendo que va a ser muy complicado", añadió.
Sobre un posible recibimiento hostil por parte de la afición valencianista dijo que lo que le preocupa mañana es la respuesta de su equipo, que sea competitivos ante "un gran rival en una gran estadio y ante un gran ambiente".
"Yo no soy importante para la afición, lo es su equipo y no creo que se preocupen mucho por mí", concluyó.
La derrota ante el Sevilla Unai Émery fue la Europa League más amarga para los valencianistas. Han pasado cinco años pero la herida sigue abierta desde aquella temporada 2013-2014. Un gol del Sevilla en el último minuto del segundo partido de semifinales dejó fuera al Valencia cuando ya se festejaba en el estadio el pase a la final. Tras una derrota por 2-0 en la capital andaluza, el Valencia remontó en casa, pero el 3-0 con el que se llegó a los instantes finales del encuentro se frustró con un gol de M'Biaque puso el 3-1 en el último suspiro.
La relación de Unai Émrey con el valencianismo se rompió ese fatídico día (1 de mayo de 2015) en el que M'Bia anotó el tanto que dejaba eliminado al Valencia de la final de Turín.
El Sevilla marcó en el minuto 93 el gol que les deba el pase y Unai lo celebró corriendo como un pollo sin cabeza por el campo y sin percatarse en qué escenario estaba. Se entendió como una falta de respeto a una afición y un club que le dio la oportunidad de dar su gran salto cualitativo en los banquillos. Unai Émery no vio aquella acción como algo reprobable en ningún sentido. Así, declaró nada más terminar el choque que él sólo estaba celebrando un gol.
Unai Emery no vio aquella acción como algo reprobable en ningún sentido. Así, declaró nada más terminar el choque que él sólo estaba celebrando un gol, que la tensión era máxima, como ha mantenido este miércoles en la previa de Mestalla.