Mestalla no perdona a Unai Emery. El técnico de Hondarribia abrió una herida incurable hace cinco temporadas cuando celebró por todo lo alto y corriendo por la banda el gol de M'Bia que privaba al Valencia de meterse de lleno en la final de la Europa League de aquella aciaga campaña 13/14.
Pocos pesa para el valencianismo aquellas tres campañas en las que Emery mantuvo perenne al club ché en la máxima competición continental. La croqueta de Emery hizo que todo aquello se esfumase y Mestalla se le recuerda cada vez que puede.
En el partido de vuelta de las semifinales de la Europa League, a las puertas de otra final, no iba a ser una excepción. Desde la llegada misma del autobús del Arsenal al coliseo de la Avenida de Suecia, la entregada hinchada valencianista ya recibió al vasco con cánticos de "Unai, canalla, fuera de Mestalla, "Unai, canalla, fuera de Mestalla."
El técnico gunner aprovechó la rueda de prensa previa al partido para explicar lo ocurrido en aquel episodio de infausto recuerdo para el valencianismo.
“He vivido el fútbol con emociones muy altas toda mi vida. Mis emociones en el fútbol siempre han estado intactas. Ese proceso los he vivido en todos los equipos y los quiero vivir en el Arsenal. Eso no quita en cada momento hacerlo con el mayor respeto posible”, dijo.
También quiso referirse al más que probable recibimiento hostil por parte de Mestalla. Parece que no le inquietaba demasiado horas antes del encuentro.
"Sin duda es un lugar especial para mí. Aquí tengo muchos amigos pero soy un profesional y mañana tengo que defender al Arsenal e intentar ganar, voy a dejarme todo por mi equipo sabiendo que va a ser muy complicado", añadió.
"Yo no soy importante para la afición, lo es su equipo y no creo que se preocupen mucho por mí", concluyó.