El estadio Benito Villamarín, que se estrena como sede de una final de la Copa Rey, recibe en sus gradas la fiesta vivida durante todo este sábado en Sevilla entre barcelonistas y valencianistas y el cantante David Bisbal la culmina en los prolegómenos del partido del que saldrá el nuevo campeón.
El almeriense unió con su interpretación a las dos hinchadas que se concentran en el estadio del Real Betis, que tras su última remodelación, inaugurada en el verano de 2017, ronda una capacidad de sesenta mil localidades.
Ambos clubes han organizado en el sector donde se reúnen la mayoría de sus aficionados, los culés en la grada Sur y los ches en la Norte, unos 'tifos' de apoyo a sus equipos y han repartido banderas que cambian radicalmente el habitual aspecto verdiblanco de los graderíos.
Con este partido concluye el curso futbolístico 2018-19 en España y de él saldrá el campeón de Copa, trofeo que el Barça logró en treinta ocasiones, las cuatro últimas consecutivas en las mas recientes ediciones, y el Valencia en siete, la anterior en 2008.
La jornada transcurrió sin incidentes destacados, salvo unos disturbios entre hinchas radicales sucedidos la pasada madrugada y que se saldó con veintitrés detenciones por parte de la Policía Nacional y cinco agentes heridos leves.
El calor vivido en la capital andaluza en las horas centrales del día, con temperaturas que superaron los treinta grados, se ha rebajado conforme el sol ha caído, aunque la afición del Valencia tuvo la suerte de ocupar el graderío donde daba más sombra, lo que propició que ocupara antes sus asientos que los aficionados del Barcelona, en cuya zona se ven algunos huecos.
Sól falta que se inicie el partido y que a su conclusión el Rey Felipe entregue el trofeo al nuevo ganador de la Copa.