El Valencia CF se enfrenta a la mayor crisis interna de los últimos tres años. La grieta existente que divide al club cada vez es más evidente. La rueda de prensa de Marcelino previa al Celta deja poco lugar a las dudas. Disputas que pueden desembocar en la caducidad antes de tiempo del proyecto deportivo que iniciaron Mateu Alemany y el propio técnico. Lo que suceda en lo que resta de mercado definirá en qué nivel está la crisis interna que vive la entidad. El día 2 de septiembre, último día del mercado de fichajes, marcará el futuro inmediato del presente Valencia. Dos son los puntos de mayor fricción actuales al margen del famoso consenso expuesto tras la cumbre de urgencia en Singapur de hace veinte días.
Así, este último tramo del mercado de fichajes marcará el futuro del club. Uno de los problemas que debe resolver el Valencia es si firma o no a un sustituto de garantías en el caso de que se vaya Rodrigo. Desde la parte deportiva del club tienen claro que el nuevo ariete tendría que contar con el beneplácito de Marcelino. El técnico asturiano no permitiría que el delantero que llegase fuera elegido por una persona externa al club. Además, de que no conciben la llegada de un futbolista que no fuera escogido por método de consenso o impuesto. "No me planteo esa situación. Si eso ocurriera sabríais mi respuesta", explicó el técnico al respecto.
A la dirección deportiva le preocupa cómo van a poder hacerse con los servicios de un posible sustituto de calidad para Rodrigo, si es que llega. A día de hoy, el Valencia no tiene adelantada ninguna negociación por si se marcha el ariete hispano-brasileño. Desde la capital del Turia entienden que va a ser muy complicado firmar a un repuesto en los últimos días de mercado, si es que esa es la decisión que se adopta. Todos los clubes piden un montante mucho más elevado de lo normal en los últimos días de mercado. La frase al respecto fue demoledora: "Solo los cangrejos van hacia atrás".
Otra de las situaciones que acrecentan la crisis es la llegada del futbolista de la vertiente ofensiva. Marcelino continúa deseando que ese jugador sea Rafinha Alcántara. Pero Peter Lim sigue sin autorizar el fichaje del brasileño. Una contratación que se ha complicado en los últimos días por la creciente importancia que el futbolista ha cogido en el Barça y porque Meriton prefiere apostar por los jóvenes talentos de la casa como Kangin Lee.
Hasta el final del mercado de fichajes no se espera ningún cambio. Marcelino, preguntado por si se sentía amenazado así lo demostraba. "Soy respetuoso con todas las partes, por lo tanto, no temo por mi cargo en absoluto. Trabajo con honestidad, dedicación y muchas horas. Con ese plan sigo trabajando. Si el propietario decide prescindir de mí es una decisión suya", declaró este viernes el preparador del Valencia.
esto huele pero que muy mal