Rafinha Alcántara estuvo en la agenda del Valencia CF durante todo el mercado de fichajes. Sin embargo, Peter Lim no quiso acometer el un traspaso de un jugador cuyo historial de lesiones es muy amplio, decisión que fue una de las grietas que se abrieron entre el técnico asturiano y el máximo mandatario del club valencianista.
Rafinha veía con buenos ojos su fichaje por el Valencia, pero la falta de decisión de la entidad y el paso de los días fueron deteriorando su pensamiento, por lo que, el último día de mercado, fichó por el Celta de Vigo. Ahora, mes y medio después de su llegada al club gallego, comenta cómo vivió los últimos días de mercado: ''No puedo decir que haya sido días fáciles, siempre es complicado porque no sabes lo que va a pasar. En unas horas puede cambiar todo así que estás en la expectativa de lo que va a suceder", comenta el centrocampista brasileño.
Además, aseguró que su única opción era recalar en las filas del Celta, y que si no hubiera sido en tierras gallegas, se hubiera quedado en el FC Barcelona: ''Yo si no fuese el Celta no habría venido, me hubiese quedado en el Barça. Esto es algo que no se puede explicar, es algo que mamas desde pequeño, que sientes y lo vives en cada momento, en los entrenamientos, en el estadio y defender un escudo como este que lo has disfrutado cuando eras pequeño es algo grande".
''Si no fuese el Celta no habría venido, me hubiese quedado en el Barça''
Finalmente, comentó sus impresiones una vez se cerró el traspaso: ''Estaba ilusionado por venir y nervioso al mismo tiempo de que pasará. Gracias a dios en el último momento se consiguió realizar gracias al apoyo del Celta y del Barça, así que les tengo que agradecer el poder estar aquí, ya que crecimos yendo a Balaídos viendo jugar a mi padre, así que para mí y mi familia fue una felicidad grande poder estar aquí, en casa", concluye el centrocampista.