Levantó la mirada y sólo vio negro. Un fuerte golpe con Gerard Piqué le había dejado mareado. Tanto que no pudo continuar jugando. Hasta ese momento había hecho un gran partido en el Camp Nou, jugando a la contra y marcó uno de los dos goles del Valencia CF. Tras el encuentro, su ojo estaba completamente negro y Gameiro lo convirtió en su nueva identidad. Se convirtió en el pirata.
El apelativo únicamente se basaba en su rostro 'tuerto', pero bien podría ser por su facilidad para conseguir tesoros. Y es que el delantero galo ha ganado títulos allá donde haya ido. Tal y como atestigua su palmarés, Kevin Gameiro es el pirata de oro.
Los primeros pasos de Kevin Gameiro en el fútbol profesional los dio en el RC Strasbourg con apenas 18 años. Su impacto fue inmediato, pero también breve. En uno de sus primeros partidos fue víctima de una durísima entrada que le provocó una grave lesión de rodilla y le mantuvo alejado de los terrenos de juego. Aunque su explosión definitiva la vivió tras fichar por el Lorient.
Su velocidad, su inteligencia para desmarcarse y su facilidad para ver portería pronto le convirtieron en una de las sensaciones de la Ligue 1. Su rendimiento siempre fue en aumento. En su primer año en Bretaña marcó 11 goles; en el segundo, 17; y en el tercero, 22.
Su progresión le permitió dar el salto a un Paris Saint-Germain, que pagó 12 millones de euros por él. Sin embargo, en París no logró triunfar. El conjunto parisino se encontraba en pleno proceso de transformación tras la llegada del jeque y fue 'enterrado' por los fichajes multimillonarios.
Después de no triunfar en el PSG, Kevin Gameiro hizo las maletas y fichó por el Sevilla FC. A priori se podía entender como un paso atrás, pero su arriesgado movimiento resultó ser todo un acierto. En el Sánchez Pizjuan formó parte de la época dorada del club hispalense y engordó su palmarés, donde hasta ahora sólo había una Ligue 1. Con el Sevilla FC ganó tres veces la Europa League de manera consecutiva.
Tras triunfar como sevillista fue reclutado por Simeone para formar dupla ofensiva con Antoine Griezmann en el Atlético de Madrid. Como rojiblanco nunca terminó de asentarse como titular, pero siguió engordando su palmarés con otro título de Europa League. Finalmente, salió descartado por Simeone y el Valencia CF luchó para cerrar su fichaje.
Gameiro desembarcó en el Valencia CF en verano de 2018 tras unas largas negociaciones con el Atlético, pero no fue la primera vez que estuvo cerca de llegar a Mestalla. La primera fue antes de firmar por el PSG. Incluso llegó a visitar Valencia para buscar casa, pero los parisinos hicieron una apuesta más fuerte a nivel económica y Laurent Blanc, entonces seleccionador francés, le aconsejó que se quedara en la Ligue 1.
La segunda vez fue en la primera temporada de Marcelino en Mestalla. El Valencia CF volvió a interesarse por él, pero el Atlético no le dejó salir.
A la tercera fue la vencida y Gameiro se convirtió en valencianista, pero su etapa en Mestalla no comenzó con buen pie. Tuvo problemas para adaptarse al juego de Marcelino y estuvo cerca de marcharse en el mercado de invierno. Sin embargo, despertó en la segunda vuelta y se convirtió en pieza clave del resurgir del equipo. Sus goles permitieron al Valencia CF acabar en puestos de Champions y acabar ganando la Copa del Rey. Como siempre, el pirata fue fiel a su cita con el oro y logró un nuevo trofeo para su palmarés.