El Valencia CF remontó ante el RCD Espanyol en un encuentro en el que regaló la primera mitad. Los catalanes se adelantaron de penalti gracias a otro error propio no forzado -esta vez de Kondogbia- y tuvo que apretar los dientes y sufrir en la segunda para remontar. De nuevo de penalti sería Parejo el que igualara y Maxi, con un impecable cabezazo, el que culminara la remontada.
Albert Celades, ante las bajas, formó su Valencia CF con un clásico 4-4-2 con extremos -Cheryshev y Ferran Torres- y en el que las rotaciones por descanso llegaron en la zaga, donde Jaume y Diakhaby dejaron en el banco a Gayà y Gabriel. Tampoco tenía mucho más dónde elegir tras las bajas de Coquelin, Carlos Soler, Gameiro y Guedes.
El Valencia recuperaba a Rodrigo y Cheryshev y se notó. El ruso tuvo la primera gran ocasión del encuentro en el 6'. Una gran acción de Maxi Gómez en el centro lo dejó solo ante Naldo. El ruso dribló al zaguero, pero se le quedó el balón en la diestra y se le marchó alto el remate. Darder, en la otra portería, buscó la escuadra donde Cillessen esta vez sí metió la manopla para evitar el primer gol.
El Espanyol llevaba el peso del encuentro y el Valencia esperaba agazapado a la contra. Lo tenía ciertamente controlado hasta que Kondgobia, en un fallo garrafal, defendió con los brazos en alto una falta lateral y provocó el penalti que generó el 1-0. Marc Roca no falló y anotó el primer gol del Espanyol en su estadio en mes y medio. El anterior había sido en propia puerta.
El gol dio alas al Espanyol e hizo temblar los cimientos del Valencia. El equipo defendía mal, creaba poco, sufría con la presión catalana y no apretaba en las marcas. Si no cayeron más goles fue por la falta de precisión de los rivales más que por méritos propios. Los argumentos en contra eran escasos: alguna contra esporádica que pasaba siempre por Parejo y Rodrigo para acabar en centros de Cheryshev o Ferran.
Tras el paso por vestuarios, el equipo aplicó una marcha más y mejoró. Empezó a generar llegadas al área del Espanyol. En una de ellas, Diakhaby provocó un penalti que Pizarro Gómez señaló pero su mano involuntaria previa lo anuló. Una lástima.
La decisión, justa, no evitó la amargura de ver cómo no empatabas y Celades metió dos cambios de golpe porque el partido se le iba: sacó a Manu Vallejo y Rubén Sobrino. De desheredados volvían a convertirse en soluciones de urgencia. La presión adelantada del Espanyol asfixiaba a los de Mestalla.
Sin embargo, en el 69 Pizarro Gómez ya no dudó. Rodrigo fue empujado en el área, señaló la pena máxima y Dani Parejo no falló. Estableciendo el empate. 1-1 y quedaban veinte minutos y el Valencia estaba lanzado. Kondogbia desde fuera probó suerte pero fue Maxi Gómez el que culminó la remontada en el 80.
Rodrigo y Kondogbia robaron el balón, el internacional español puso un centro medido y Maxi, impecable desde el primer palo, lograba el definitivo 1-2. El marcador ya no se movería todo y que el colegiado alargó seis minutos. Remontada con sufrimiento, pero victoria que permite respirar.
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