El Valencia CF Femenino tiene argumentos para asegurar su derecho a quejarse del nivel arbitral mostrado en sus partidos de la Liga Iberdrola. No son ni uno ni dos los escándalos que en la presente campaña ha sufrido el conjunto de Irene Ferreras. El último, el sufrido en casa del Sevilla. La árbitra, María Dolores Martínez Madrona, anuló un gol totalmente legal para las visitantes. El tanto de Mari Paz Vilas significaba el tres a cuatro para el cuadro del Turia. Pero la encargada de impartir justicia vio un fuera de juego que ni siquiera se puede catalogar como dudoso. Es más, sí que se le podría poner el adjetivo de escandalosa a la decisión decretada por Martínez Madrona.
Corría el minuto setenta y dos del encuentro. El Valencia Femenino había logrado remontar un 3-1 en contra para poner las tablas en el marcador. Mari Paz Vilas anotó el cuarto gol para el cuadro visitante. Inexplicablemente, cuando la delantera estaba celebrando el gol que le daba la victoria a su equipo, vio como la árbitra anulaba el tanto. La explicación, un supuesto fuera de juego de la dorsal número diez del conjunto que vestía de azul. La incredulidad de las jugadoras allí presentes era manifiesta. Nadie había visto un fuera de juego. Entre otras cosas porque la autora del tanto podría estar a un metro de la última central del Sevilla. Martínez Madrona y su equipo arbitral le aguaron, una vez más, la fiesta a un Valencia que parece que en la presente temporada está jugando contra doce.
En el minuto doce de partido la defensora hispalense Maite Albarrán vio la primera tarjeta amarilla del partido. Esta misma futbolista fue la que derribó a Carol Férez dentro del área en una jugada donde la árbitra señaló la pena máxima. La acción se consumó con entrada dentro del área para cortar una ocasión manifiesta de gol que acaba siendo un penalti. En términos normales, debería conllevar la tarjeta amarilla para la protagonista de la falta. En este caso, Maite ya llevaba una y Martínez Madrona decidió no mostrársela. En principio, una jugada de apreciación arbitral. Nada tiene que ver con el gol anulado por supuesto fuera de juego. Pero con el reglamento en la mano tendría que haber mostrado la segunda amarilla a la jugadora local.
Lo de Valencia Femenino esta temporada con las árbitros está siendo un calvario. Desde el manifiesto fuera de juego de Nahikari García no señalado en la primera jornada pasando por los partidos ante el Tacon y el Rayo Vallecano. Amy Peñalver fue la encargada de señalar un penalti inexistente contra el conjunto madrileño tras varios errores manifiestos durante el partido. Sara Fernández no vio como el balón se escapó de forma estridente por línea de fondo en la jugada que precedió al último tanto del Rayo Vallecano. Este domingo, Martínez Madrona y su equipo han sido las únicas que han visto un fuera de juego que ha encendido todavía más los ánimos de la afición valencianista.
o buscan alguien que pese en la federacion o el Valencia , Mestalla y Femenino se olviden de objetivos. Sr. Rubiales es venjativo y antivalencianista.