El Valencia CF puede presumir de ser uno de los 16 mejores equipos de Europa. Con oficio y mucho sufrimiento, los de Mestalla ganaron por 0-1 al Ajax de Ámsterdam y obraron el 'milagro' de la clasificación para los octavos de final de la Champions League. El Ajax-Valencia no fue brillante, pero pasará a la historia por su significado.
No era un partido cualquiera. Era una final. El Valencia CF se jugaba mucho en Ámsterdam: volver a octavos y romper una de esos techos imaginarios que habían aparecido después de muchos años alejados de su lugar histórico. Para afrontar esta cita Celades tenía poco donde elegir y salió de inicio con Jaume Domènech; Wass, Diakhaby, Gabriel Paulista, Gayà; Ferran, Parejo, Coquelin, Soler; Rodrigo y Gameiro, dispuestos en 4-4-2.
El Ajax propuso un intercambio de golpes y el Valencia CF recogió el guante. Aguantó estoicamente las primeras embestidas de los holandeses, apagando su ataque y reduciéndolo a la mínima expresión. Jaume Domènech apenas tuvo que intervenir en esta fase del partido.
Poco a poco, los de Mestalla iban ganando más confianza y acercándose al área rival. A los 24 minutos llegó el premio. Ferran vio desmarcado a Rodrigo Moreno dentro del área. Éste recibió el balón y, con la derecha, lo envió a la misma escuadra.
Tras el gol, el Valencia CF jugó con cabeza. Ya no se dejó llevar por el corre calles e intentó pausar el ritmo del encuentro. El Ajax atacó de manera desorganizada, pero los de Celades se defendieron bien. Sólo hubo dos ocasiones realmente peligrosas antes del descanso, pero Jaume y Gayà evitaron que subieran al marcador.
En la segunda parte, el Valencia CF retrocedió líneas. Se juntó atrás y defendió con uñas y dientes. El objetivo era aguantar bien replegados y buscar salir con velocidad al contra. Sin embargo, la segunda parte del plan no terminaba de producirse.
El Ajax iba a ganando metros y cada vez pisaba el área de Jaume Domènech con más peligro. Pese a todo, los de Albert Celades se encontraban cómodos en bloque bajo y achicando balones como podían, con Gabriel Paulista y Diakhaby imperiales. Las bajas por lesión que sufre el Valencia impedía que entraran piernas de refresco, lo que aumentaba la dificultad del reto. De hecho, Celades sólo realizó un cambio y fue obligado por la lesión de Gameiro. El otro fue la entrada de Mangala en el descuento tras la expulsión de Gabriel Paulista.
Se sufrió hasta el final, pero el Valencia CF defendió el gol de Rodrigo Moreno y demostró que se merece un sitio entre los 16 mejores equipos de Europa.