La batalla silenciosa de un pirata bicentenario

Kevin Gameiro cumplió su partido número 200 en LaLiga y demostró su enorme capacidad de adaptación. El galo tuvo que enfrentarse él solo a los dos centrales del Deportivo Alavés y servir como enganche entre la sala de máquinas valencianista. Ante la baja de Maxi Gómez y las molestias de Rodrigo Moreno, Gameiro tuvo que ser dos delanteros en uno. Tan pronto recibía de espaldas, como iniciaba un desmarque para abrir huecos a Cheryshev y Florenzi. En estos 200 encuentros ha marcado 69 goles, lo que le sitúa entre los diez máximos artilleros en este tiempo.

El delantero fue uno de los futbolistas más destacados, pese a que Celades lo cambió en el minuto 72. El ataque valencianista no paró de intentarlo y no hubo ocasión visitante que no tuviera como protagonista una carrera de Gameiro, con Ely y Laguardia en el retrovisor.

Pelea contra Ely y Laguardia

Gameiro partió como único delantero del Valencia CF y se vio obligado a batallar contra toda la zaga del Alavés. En todo momento era cubierto por Ely o Laguardia, que no le permitieron girarse. Pese a que los blanquinegros tuvieron el control del partido en los primeros minutos, no conseguían llegar a la meta de Pacheco. El galo recibía muy alejado de la portería y ante la fuerte presión de la zaga rival, se veía obligado a jugar para atrás. En ese punto, la circulación quedaba atascada y la conexión con Soler y Parejo fallaba.

Con el partido controlado por el Valencia CF, Celades realizó un pequeño cambió táctico y dio más libertad a Carlos Soler. El canterano valencianista subió su posición para ayudar a Gameiro en su particular guerra contra la zaga de El Glorioso. A partir de ahí, el francés pudo girarse y, por primera vez, mirar a la cara de Ely y Laguardia. El futbolista, de 32 años, se convirtió en la pesadilla de los centrales del Alavés, que no eran capaces de hacer frente a su velocidad.

Gameiro pone la séptima marcha

Cuando Gameiro pudo girarse, llegaron las mejores ocasiones ches. El francés tuvo espacios para correr y el equipo dirigido por Asier Garitano únicamente podía seguir su estela. Gracias a su velocidad, Florenzi y Cheryshev comenzaron a sumar en tareas ofensivas.

En una de esas internadas, Gameiro se jugó un autopase con Ely, que sirvió para resquebrajar a la defensa albiazul, y asistió a Cheryshev. Al ruso se le quedó largo el control frente a Pacheco y provocó la jugada de la polémica. El Valencia CF pidió penalti, pero ni Gil Manzano ni el VAR lo concedieron.

Regreso a la trinchera

Con el gol a favor, el Valencia CF dio un paso atrás y Gameiro dejó de prodigarse en ataque. Sus continuos desmarques se fueron apagando y le tocó trabajar en defensa. Gameiro fue encorsetado y le tocó jugar de espaldas. Sin embargo, todavía tuvo tiempo para lograr una de las mejores ocasiones valencianistas. Corría el minuto 58, cuando Gameiro y Kondogbia conectaron una buena pared, que sirvió para que Cheryshev asistiera a Florenzi. El italiano reventó el esférico contra el lateral de la red.

Desde esa ocasión poco más se vio de Gameiro, que abandonó el terreno de juego por Gonçalo Guedes y no pudo seguir aumentando su efectividad cara a puerta. El galo dejó al Valencia CF con ventaja en el marcador, pero nada más sentarse en el banquillo, Edgar Méndez empató el partido.

Sus datos en Primera

Tras 200 encuentros disputados, el pirata Gameiro ha marcado 69 goles, lo que le sitúa entre los diez máximos anotadores. Unas cifras que le colocan en el noveno puesto de la lista de goleadores de la Liga, tras haber superado, con la diana conseguida frente al Betis, al brasileño Neymar, en una clasificación liderada por Messi con 222 y con Cristiano Ronaldo (165) y Luis Suárez (142), completando el podio.

Con el Valencia CF ha disputado 52 partidos, ha marcado once tantos – seis en su primera temporada y cinco en la presente – aunque tan solo ha sido titular en poco más de la mitad, 27 ocasiones.

Con el Sevilla y el Atlético se reparte los otros 148 encuentros en los que anotó 39 dianas con los andaluces y 19 goles con los rojiblancos.