Javier Palazón, jugador de billar a tres bandas, logró recientemente convertirse en un profesional de su deporte. Esto lo consiguió gracias a sus buenos resultados en España donde se erigió como uno de los principales billaristas del panorama europeo. Gracias a su buen nivel y pese a las trabas de la Unión Mundial de Billar, consiguió una oferta que le permitía dedicarse íntegramente a su pasión. Para ello tuvo que viajar a Corea del Sur, lugar donde el billar de carambolas es deporte nacional. Allí se encontró con una presencia mediática que no tenía en Valencia, pero también se topó con la crisis del coronavirus.
Corea del Sur fue uno de los primeros países en sufrir las consecuencias del coronavirus, pero debido a una serie de medidas tomadas por Gobierno también fue una de las primeras naciones que comenzó a frenarlo. Los asiáticos se vieron afectados antes que España por esta pandemia por lo que Javier Palazón, que se encontraba en Corea para disputar una de las fases más importantes de la temporada, se encontró con una situación que todavía se desconocía en la península. El torneo en el que iba a participar se canceló y Palazón tuvo que regresar inmediatamente a España.
La velocidad de acción y las diferencias culturales entre ambos países son las principales diferencias que señala Palazón, para entender las diferentes consecuencias que ha tenido el coronavirus en España y Corea. Además, Palazón en España se ha encontrado con un nuevo problema: no puede entrenar. Para realizar un buen entrenamiento de billar, obviamente, es necesario disponer de una mesa reglamentaria y el valenciano no dispone de ella. Aun así, Palazón continúa preparando la temporada mediante un psicólogo deportivo y visionando partidos para mejorar la estrategia.
Javier Palazón ha vivido por primera vez en Corea del Sur lo que supone ser un deportista de élite con presencia mediática. En Asia realiza contínuamente entrevistas, exhibiciones y lo paran por la calle para hacerse fotos. Allí, el billar y las modalidades de carambola cuentan con canales de televisión propios. El fútbol hasta hace poco era un deporte con menor presencia, pero su internacionalización ha ayudado a que se haga un hueco. Cuando Palazón dice que es valenciano y valencianista, lo primero que le preguntan en Corea es por Kangin Lee. Gracias al canterano, relata, muchos partidos del Valencia CF son retransmitidos por delante de otros encuentros de mayor importancia. Muchos coreanos han desarrollado su afición por los de Mestalla por tener a un compatriota como blanquinegro y el Valencia CF ya es de los clubes con mayor presencia en Corea del Sur.