Las Fallas, suspendidas y fijadas inicilmente para la semana del 15 al 19 de julio, están todavía en el aire. La suspensión de la fiesta de los Sanfermines, prevista para una semana antes, o incluso de la Oktoberfest (debía celebrarse entre el 19 de septiembre y el 4 de octubre) reabren el debate si la fiesta grande se podrá celebrar en las fechas fijadas. A medida que avanzan los días, las dudas razonables siguen asaltando a los valencianos, confinados hasta el 9 de mayo por culpa de la pandemia del coronavirus y que esta semana ya vieron como se aplazaba la tomatina de Buñol ¿Se podrán celebrar las Fallas en julio? El consistorio todavía no se moja al respecto y prefiere fijar una fecha dentro de tres semanas para saberlo.
Entretanto, el alcalde de València, Joan Ribó, ha dicho este martes que "será mucho más fácil tomar una decisión en junio" (el día 15) sobre la celebración o no de las Fallas del 15 al 19 de julio, tras su aplazamiento de marzo por la pandemia de coronavirus. "Que yo sepa, los Sanfermines no tenían el criterio de un mes antes ver si se suspendían o no. Se han suspendido ahora”, ha apuntado Joan Ribó, que ha recordado que en València se determinó como “criterio” que “un mes antes” de la fecha propuesta tras su aplazamiento en marzo se decidiría si “era viable o no era viable” celebrar las Fallas en julio.
“Repito, no tenemos capacidad de predecir el futuro. Esperaremos un mes, que es un tiempo suficiente para poder desarrollarse las Fallas y ver si es posible o no tomar la decisión como habíamos dicho”.
Ribó ha hecho estas declaraciones tras ser preguntado, en rueda de prensa telemática, sobre la celebración de las Fallas 2020, poco después de que se anunciara la suspensión de los Sanfermines de Pamplona de este año a causa de la citada crisis sanitaria. Según un comunicado del Ayuntamiento, el alcalde ha reiterado que la decisión se adoptará en su momento, con el visto bueno de las autoridades competentes, y un mes antes de la fecha acordada se anunciará, en alusión al 15 de junio que se fijó en marzo para estudiar con las comisiones falleras la vigencia del aplazamiento.
“Nosotros tomamos un criterio, creo que acertado, para un mes antes decidir si era viable o no era viable la celebración de las Fallas” en julio, ha expuesto. “Es el criterio que tomamos en su momento con el mundo fallero y es un criterio que nosotros mantenemos”, ha insistido el responsable municipal.
Por otra parte, el consistorio ha iniciado este martes la retirada de la jaula de protección de la plaza del Ayuntamiento que se utiliza para garantizar la seguridad durante las mascletaes, la última de las cuales se disparó el pasado 10 de marzo
Asimismo, se ha procedido a la retirada de palets de arena y alguno de gravilla que se preveían utilizar en el montaje de las fallas para su estabilidad y la protección de las calzadas y pavimentos, y que ya se habían repartido por la mayoría de las comisiones falleras de la ciudad antes del 15 de marzo.
Otra buena piedra de toque será la celebración del Corpus. A día de hoy está fijada la celebración del 11 al 14 de junio de 2020. Antes, por supuesto, la ciudad, las autoridades sanitarias y la archidiócesis de Valencia deben decidir si se celebra y en qué forma en caso de seguir adelante.
En todo caso, se celebraría, en condiciones normales, en el centro histórico, en la Plaza de la Virgen. Coincidiendo con el domingo de la sexagésima (60 días) pascua. Es una celebración que históricamente ha sido considerada como la "Fiesta Grande" de la ciudad al margen de las Fallas. Más allá del puro sentido católico, el Corpus es una muestra de la convivencia del espíritu festivo, simbólico, metafórico y religioso de la sociedad valenciana.
Sirv como ejemplo también que, en Alicante, la pandemia del Covid-19 (coronavirus) obligará a que únicamente trece personas participen en la misa del día de la Santa Faz en el monasterio donde se guarda desde hace más de cinco siglos uno de los pliegues con los que, según la tradición Cristiana, la Verónica secó el rostro de Cristo en su camino al monte Calvario.
A causa de la pandemia del Covid-19, se ha suspendido la tradicional peregrinación con decenas de miles de romeros desde la concatedral de San Nicolás de Bari hasta el monasterio de Santa Faz, de unos 8 kilómetros.