José Luis Gayà sufrió ante el Levante UD una pequeña sobrecarga que le ha impedido ejercitarse esta mañana con el resto de sus compañeros. Sin embargo, el Valencia CF y su cuerpo técnico confían ciegamente en su presencia en Valdebebas el próximo jueves para enfrentarse al Real Madrid. La idea es que pueda realizar al menos uno de los dos entrenamientos que restan antes de viajar a la capital y esté preparado para disputar el encuentro. No será sin embargo el de este martes. No en vano, el lateral se ha marchado a primera hora de la mañana con el doctor para hacerse pruebas y conocer el estado exacto de su sobrecarga. También ha acudido Gabriel Paulista para realizar unas pruebas similares y decidir si el central podrá participar en el encuentro ante el Real Madrid.
La idea inicial de los galenos es que, si no se complica su recuperación, podría entrar en la convocatoria de Albert Celades para este jueves. Su sobrecarga es leve y se espera su presencia ante los de Zidane. Sin embargo, dejan la duda en el aire ya que no se puede prever si el lateral de Pedreguer sufrirá alguna complicación en los próximos días. Hoy tocaba tenerlo entre algodones y este martes pruebas para determinar el estado de su lesión.
El lunes por la mañana acudió a la Ciudad Deportiva de Paterna para realizar trabajo específico y hoy se hizo pruebas junto a Paulista en la clínica Ascires, tal y como ha informado À Punt. En todo caso, el miércoles será el día clave. Si nota que las molestias han desaparecido, entrará en la convocatoria y será de la partida del Valencia CF ante el Real Madrid. Todo apunta a que podrá llegar ante los blancos.
El problema de forzar a un jugador con una lesión muscular, es que, en caso de recaída, la acumulación de partidos podría implicar un perjuicio mayor. Algo similar sucede con Gabriel Paulista. El central no entrena con el equipo desde el pasado lunes y, tras pasar por Barcelona para tratarse, los dos entrenamientos restantes serán clave para garantizar su presencia en el Alfredo Di Stefano, pero no se puede forzar a nadie porque el riesgo de agravar la lesión está presente.