Este 11 de septiembre se cumple un año del cese de Marcelino García Toral como entrenador del Valencia CF. Aquel día, el valencianismo sufrió un duro golpe que nadie se esperaba y mucho menos meses después de que el técnico asturiano hubiese conducido al equipo al éxito al conseguir un título, la Copa del Rey, 11 años después.
Incomprensiblemente, el máximo accionista del Valencia CF, Peter Lim, decidió prescindir tanto del técnico asturiano como del entonces director general, Mateo Alemany y fulminar de la noche a la mañana un proyecto ganador y que encontraba el orgullo de la hinchada valencianista.
Ese mismo día, el Valencia oficializó la contratación de Albert Celades como técnico, algo que demostraba que la decisión de cesar a Marcelino llevaba tiempo gestándose y fue tomada con premeditación y alevosía. En palabras del propio Marcelino en la rueda de prensa de su despedida (organizada por él mismo en un hotel de la Capital del Turia), la Copa "fue el detonante de mi despido; para Peter Lim era una competición menor", señaló el exentrenador valencianista.
La marcha forzada de Marcelino fue cuanto menos traumática para todos los estamentos valencianistas, por la forma y por lo que representaba. También una plantilla que quedó herida tras el varapalo y aunque mantuvo el nivel deportivo aprovechando la inercia ganadora que consiguió Marcelino, fue desinflándose con el paso de los meses hasta acabar fracasando en la temporada más atípica del fútbol español por la crisis sanitaria.
La gran mayoría de jugadores se vio afectada emocionalmente por la marcha de Marcelino, un técnico que había entablado una relación muy próximas con sus futbolistas. Siempre que han podido, los futbolistas han demostrado públicamente su predilección por el asturiano. La última muestra ha sido la de Piccini en su vídeo de despedida tras confirmarse su cesión a la Atalanta.
La sombra de Marcelino es tan alargada que el club se ha encargado de eliminar cualquier resquicio que tuviese relación con el entrenador, al que se le colocó la etiqueta de persona non grata. Un claro ejemplo fue el despido de Paco Camarasa hace algunas semanas como delegado del equipo. El exfutbolista mantiene una buena relación de amistad con Marcelino y eso acabó con su etapa en el club de Mestalla.
De todo aquello, poco o nada queda pero la sombra de Marcelino es tan alargada que a día de hoy, los jugadores valencianistas comparan los métodos de Javi Gracia con los del asturiano y están satisfechos por el regreso de una metodología tan definida en los entrenamientos. El nivel de plantilla que quedará al cierre de mercado ya es otra cosa. Se hace bueno aquello de que cualquier tiempo pasado fue mejor.
No me estraña que lo hecharian persona dictadora y con el hego subidito con el tienpo se irá viendo.
es una vergüenza tener a un dueño como Peter lim y tener un presidente como anil murthy y compania, son la vergüenza del fútbol, romper un equipo y un entrenador campeón eso es una vergüenza, estos indeseables quieren solo dinero, vender jugadores y llenarse el bolsillos, le Dan igual el Valencia, es una pena de ver un club grande desaparecer, yo ya lo veo venir, por culpa de gentes deseables po no decr otras cosas, porque tengo más cabeza que está gente indeseables, solo puedo decir vete ya Peter lim y anil murthy y compania, soys un deseables, vergüenza days fuera, fuera del Valencia, si tenes un poco de urgullo cogeré la puerta de detrás, si señores soys la vergüenza del Valencia escuchar amunt Valencia