Tras el mercado de fichajes más decepcionante y desilusionante del Valencia CF en su historia, el club recorta gastos y coste de plantilla, pero deja al equipo debilitado para afrontar LaLiga Santander y plagado de futbolistas jóvenes y con poca experiencia para la élite. Las ocho salidas, nueve si se tiene en cuenta la de Álex Centelles dejan al equipo en una situación crítica y a Javi Gracia con poco margen de maniobra para las rotaciones, en especial en el centro de la zaga y en la medular. La indignación y la sensación de ridículo se apodera de una afición decepcionada y preocupada por el futuro deportivo de su club.
El capítulo de salidas ha sido especialmente doloroso. Peter Lim ha desmontado la base del equipo campeón no renovando a Garay, ni las cesiones de Jaume Costa y Florenzi, y sobre todo, traspasando o dejando salir libres a Coquelin, Parejo, Rodrigo, Ferran Torres, Piccini y Álex Centelles. Con esa merma evidente tendrá que trabajar un Javi Gracia
Altas: Ninguna
Bajas: Garay, Florenzi, Jaume Costa, Coquelin, Parejo, Ferran Torres, Rodrigo, Piccini y Álex centelles
Vuelven tras cesión: Toni Lato, Racic, Centelles, Álex Blanco, Álex Carbonell (2021) y Jason Remeseiro (2022)
Suben del filial: Yunus Musah (2022), Koba Lein (2022), Guillem Molina (2021), Esquerdo (2024)
Con contrato en vigor: Jaume Doménech (2022), Cillessen (2023), Rivero (2022); Gabriel Paulista (2022), Diakhaby (2023), Mangala (2021), Guillamón (2023), Gayà (2023), Lato (2023), Wass (2022), Thierry (2024), Kondogbia (2022), Soler (2023), Kang In (2022), Guedes (2023), Cheryshev (2022), Vallejo (2024), Maxi Gómez (2024), Gameiro (2021), Sobrino (2022).
Pues me salen 31 jugadores. En los 80´s, con 18 o 20 jugadores hacían toda la temporada. Han cambiado los tiempos y se excede en apretarles en lo físico (que se lo digan al Real Madrid). Quizá se necesita más calidad, pero pulmones para dejarse corriendo en la hierba hay de sobra. Lo que hay también es una directiva traicionera y a la que no le importa nada el Valencia; esto es un negocio para ellos, no hay colores. Si el Valencia baja a segunda, mucha gente llorará, pero a estos mandamases lo único que se les pasará por la cabeza es cómo desahacerse del equipo sin palmar mucho dinero.