Cabizbajo, sin capacidad para desbordar, con malas decisiones y pidiendo unas ayudas en la presión que sus compañeros no le daban. Así fue el inicio de partido de Guedes. Comenzó como segundo delantero, pero quedaba desconectado de las jugadas. Si algo sí hizo el portugués es intentarlo, cuando vio que el esférico le rehuía, intentó caer a las bandas para conectar con los extremos. Aunque a Guedes se le exige más por lo que demostró en su primera campaña y en fases de la segunda, fue de las pocas piezas de Gracia que intentó desbordar en ataque. Y de la insistencia llegó el premio. Wass y Soler no salían de la presión rival, bajó a por la pelota, comenzó a salir victorioso de los regates e hizo lo que mejor sabe. Trazó una diagonal en la frontal del área y marcó un golazo. Su aportación no fue suficiente para lograr la victoria.
El bajo rendimiento de Guedes comenzaba a no ser noticia. Inferior a lo que se espera de un futbolista por el que se pagaron más de 40 millones de euros, pero similar al de la mayoría de sus compañeros. El Valencia CF necesitaba la mejor versión del extremo portugués y, aunque todavía no es el futbolista que parecía en la primera campaña, por primera en mucho tiempo pudo sumar un gol para su equipo.
Su comienzo fue incluso peor que el de sus compañeros. Peor todavía cuando el Valencia CF encajó un gol de penalti. El Villarreal dominaba el partido y los de Gracia solo podían correr detrás del balón y esperar a que la tormenta pasara. De Guedes no se supo nada durante los primeros minutos. Una isla en en la mediapunta que ni llegaba a las ayudas ni lograba tocar el balón. El luso intentó que el equipo saliera de la cueva, reclamó a sus compañeros que salieran a la presión y buscó alternativas.
Ante la asfixiante presión planteada por Unai Emery, Wass y Soler se mostraron inoperantes y Guedes tuvo que bajar hasta el centro del campo para estar en contacto con el balón. A partir de ahí fue creciendo, comenzó a caer en las bandas e intentó conectar, sin éxito, con Álex Blanco. Al final, aunque el Valencia CF no había generado ninguna sensación de peligro, el extremo encontró el premio. Soler sacó el córner en corto, Guedes se perfiló desde la banda derecha y batió a Asenjo desde más de 20 metros. El luso encontró el gol que más le caracteriza, pero que la afición llevaba mucho tiempo sin disfrutar.
En el segundo tiempo el Valencia CF mejoró sus prestaciones. El equipo fue capaz de presionar más arriba y poner en peligro al Villarreal CF. Por su parte, los de Emery, querían la victoria y esto, unido al cansancio, propició que Guedes tuviera metros para correr. Impulsado por la confianza del gol, se vio al Guedes más activo de toda la temporada. Se ofrecía en banda, encaraba a puerta e intentaba desbordar a los centrales.
La peor noticia para Gonçalo Guedes fue el excelso nivel de un exvalencianista, Raúl Albiol. El veterano zaguero no podía ganar por velocidad, pero sí por colocación. Entre el excanterano che y las ayudas de Iborra, fueron capaces de mantener bajo control al luso y a Maxi Gómez. Aunque el equipo fue incapaz de ganar, Guedes completó sus mejores minutos de la temporada, pese a que fue sustituido en los últimos instantes.