El día que Quique perdió un cargo pero recuperó una vida

Quique Sánchez Flores fue despedido en la madrugada del 28 al 29 de octubre de 2007 ahora hace trece años. Jesús Wollstein, director de comunicación, anunciaba en Sevilla una reunión urgente del Consejo de Administración del Valencia CF al llegar a Valencia y así fue. Juan Soler, por entonces presidente del club, llegaba de madrugada a las oficinas situadas en la calle Pintor Monleón, junto a la calle Antiga Senda de Senent. Entraba por detrás y cuando salía, Quique Sánchez Flores ya no era técnico del conjunto de Mestalla. Su despedida y su famosa frase llegó horas después, el 29 de octubre. "Tengo por una parte la sensación de decepción, pero por otra también la de alivio. En ciertos momentos he sentido algo de soledad pero eso es lógico por la exigencia que supone entrenar a un club como al Valencia", dijo, antes de acuñar la famosa frase, "pierdo un cargo pero recupero una vida".

"Quiero dar las gracias al Valencia por haberme dado la oportunidad de entrenar a un grupo de elite y por darme el espacio necesario para seguir aprendiendo como técnico, desarrollar mi carrera y dar un salto importante", aclaró Quique.

Años después Quique ha vuelto a sonar varias veces para emprender el camino contrario. El técnico sonó este verano pasado como uno de los candidatos para ocupar el banquillo que finalmente se quedó Javi Gracia.