Tras remontar el Getafe, Carlos Soler tuvo la sangre fría para encargarse de transformar el penalti señalado por la caída de Maxi Gómez ante Damián en el área La acción, que acarreó la expulsión del defensor azulón, sirvió para que el Valencia CF sumara un empate más que merecido. Carlos Soler tiró de galones para lanzarlo. Sin titubeos y al fondo de la red con potencia. Y eso que en los minutos previos se montó una tángana monumental a su alrededor y tuvieron que protegerle para que pudiera lanzarlo.
Tras marcar el gol, con Gayà arrodillado y rezando en el centro del campo, el futbolista lo celebró de una forma peculiar. Se llevó el gesto a la boca y, aunque muchos interpretaron que mandaba callar a sus rivales (nunca a un público inexistente) la explicación era más sencilla. Según ha podido saber ElDesmarque Valencia, era una dedicatoria previamente acordada a alguien que estaba no lejos del estadio pero sí fuera de él. Se trataba de un gesto hacia su peña de amigos, de los de siempre, con los que juega a un conocido juego de fútbol (comunio). En el mencionado juego si un centrocampista marca la puntuación es muy elevada y, como en todos los grupos, el joven capitán de nuevo cuño sabía que, con su tanto, además de hacer justicia y cortar la racha del equipo, quien le tuviera en su equipo iba a redondear una buena noche.
Final en Mestalla. Soler transforma el penalti para el 2-2 entre Valencia y Getafe. #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/JGBMhPxoii
— Fútbol en Movistar+ (@MovistarFutbol) November 1, 2020