El Valencia CF visita Ipurúa este lunes a las 21 horas para medirse a la SD Eibar, un equipo de marca del que no se podría entender su paso por LaLiga Santander sin el sello de su entrenador, José Luis Mendilibar, que vive ya su sexta campaña en la entidad eibarresa. Ese sello viene marcado por una apuesta incesante por el 1-4-4-2 que últimamente varía hacia un 1-4-4-1-1, por una presión asfixiante en campo contrario y por una intensidad que es innegociable. Aunque el conjunto vasco no inició bien la temporada, los meses de octubre y noviembre le han revitalizado. En ellos, solo ha perdido un partido. De hecho, ha sumado 12 puntos de los últimos 21 posibles: tres victorias, tres empates y una derrota. Si bien el de Zaldibar fue discutido a principio de la presente campaña, parece que ya ha dado con la tecla. Los fichajes de última hora, eso sí, también están siendo claves en este lavado de cara de los armeros, que han ganado en verticalidad y fiabilidad defensiva.
No obstante, su principal problema es la falta de gol. No han sabido superar, de momento, las salidas de Fabián Orellana (8 goles en la 2019/20) y Charles Días (6). Entre ambos, anotaron el 35,9% de los tantos de la SD Eibar en la pasada campaña liguera. Actualmente, los eibarreses suman ocho goles y se sitúan como el equipo menos goleador de LaLiga.
La SD Eibar inició la 2020/21 con mal pie. En los primeros cuatro partidos, tres derrotas y un empate, lo que viene a ser un registro bastante pobre teniendo en cuenta cómo suelen ser los inicios de campaña de los de Mendilibar. Los augurios de descenso eran latentes y el vizcaíno reclamaba fichajes diferenciales en cada una de sus ruedas de prensa.
En vísperas del cierre, llegaron esos hombres. Bryan Gil y Alejandro Pozo, dos canteranos del Sevilla FC, aterrizaron en Éibar. Ambos se han hecho con la titularidad y el primero está deslumbrando y siendo una de las sensaciones de la Primera División.
Además, otras incorporaciones como las de Kevin Rodrigues y Muto están también ensalzándose como importantes. El primero dio los tres puntos ante el Real Valladolid en el 90' y el segundo se estrenó en competición liguera abriendo la lata el pasado lunes ante el Real Betis.
Son las señas de identidad del Eibar de Mendilibar. La intensidad y presión alta es innegociable. La solidez atrás depende del rendimiento global del equipo, pero últimamente la está tendiendo. Tomando como referencia los últimos siete partidos, los armeros han conseguido dejar la portería a cero en cuatro ocasiones. El Valencia CF, ninguna.
La variante de su tradicional esquema hacia un 1-4-4-1-1 le ha dado alas. Mendilibar deja atrás el jugar con dos delanteros puros -excepto Kike García, no están mostrando un gran nivel- y apuesta por un enganche de más calidad como Inui o Bryan Gil.
Esto provoca dos factores de juego. El primero, que el Eibar, aunque sigue haciéndolo, ya no busca tanto el juego directo (balones largos a los delanteros). Las anteriores temporadas pecaba en demasía de ese recurso.
En consecuencia, ahora encuentra más juego interior con mucha movilidad de los hombres que juegan por detrás del punta. Bryan Gil, fundamentalmente, está siendo de lo mejor en esas zonas interiores y en banda. Sin duda, el hombre más destacado de este cambiado Eibar.
Suena raro decirlo, pero de no ganar a la SD Eibar, se escapa un rival directo. De hecho, ya se sitúa un punto por encima en la tabla clasificatoria tras su extraordinaria racha.
El elenco de Javi Gracia deberá defender bien los balones aéreos, hacerse fuerte en las segundas jugadas y saber detectar los movimientos y permutas de Bryan Gil e Inui en zonas interiores. De no hacerlo, lo pasará mal.