El Valencia CF ganó al Real Valladolid y puso fin a una racha de ocho jornadas sin ganar en LaLiga Santander y sumó tres puntos de oro en su lucha por escapar de la parte baja de la tabla. En la mejor primera mitad que se recuerda a los de Mestalla, los de Gracia perdonaron antes del descanso y en la segunda un misil de Carlos Soler rompió al fin la sequía de victorias. El Valencia CF marcaría un segundo gol, anulado por fuera de juego, y se condenó a sufrir. De hecho, los locales estrellaron el balón en el palo en la última acción del duelo, pero esta vez sí. La pizca de fortuna necesaria esta vez caía del lado de los valencianistas. Merecido triunfo.
De inicio Gracia ya mostró que la cosa iba en serio, se jugaba el puesto y caer a zona de descenso. De ahí que apostara por un once de gala con dos grandes novedades como son Kang In lee y Racic. A las primeras de cambio el surcoreano se inventó el primer pase, marca de la casa, que dejó a Wass solo. El danés centró, Cheryshev la dejó pasar y Gayà, llegando desde atrás, tuvo la primera gran ocasión del partido. Su disparo fue despejado por la zaga.
El capitán, a la jugada siguiente, se la devolvía y ponía un buen balón que el danés no acertó a remachar. El Valencia había salido con intensidad y ganas en la gélida noche pucelana y en los diez primeros minutos había creado ya cinco ocasiones. Una de Kang In, anulada por fuera de juego claro, otra de Gayà que se fue a las nubes y una más de Maxi Gómez que acabó suave en las manos de Masip.
Hasta el primer cuarto de hora el Valladolid apenas balbuceó, pero lo hizo con peligro. Lo hizo aprovechando una 'canita al aire' de Diakhaby en el campo contrario. La respuesta fue un nuevo tiro, flojo, de Cheryshev.
El Valencia, además, se replegaba con orden, recuperaba balones rápidos y sufría poco. Así, creaba ocasiones incluso dobles como el tiro de Gayà que desvió Masip a la escuadra y luego Soler remachó desde la derecha con el mismo destinatario: una mano salvadora del meta catalán. Un disparo, alto por poco, ponía punto y seguido a un encuentro en el que los de Mestalla se marchaban al vestuario sabedores que habían perdonado a su rival.
Tras el paso por el vestuario, el Valencia CF no se desordenó pero tampoco tuvo el punch de la primera mitad y el Valladolid aprovechó para estirarse y a punto estuvo de dar un susto pero Weissman en fuera de juego anuló la ocasión clara tras un error en la entrega de Guillamón a Jaume que derribó al punta castellano.
El encuentro entró en una fase peligrosa para ambos conjuntos. El Valladolid, sin embargo, se acercaba cada vez más a los dominios de Jaume. La gasolina se empezaba a agotar y, pasada la primera hora de juego, Gracia tenía que hacer cambios porque al equipo sólo le quedaban ya los balones parados para marcar. Primero Kang In forzó una gran intervención de Masip y luego Maxi, a la salida de un córner, la estrellaba en el palo. El charrúa se desesperaba pidiendo el balón y lo cierto es que todas las que tocaba acababan en jugadas de peligro. El primer cambio fue Vallejo por Kang In Lee, que estuvo muy bien. Gracia no concibe al surcoreano en otra posición y sacó un punta en pos del gol y de tres puntos que son de oro.
Con los cambios recién hechos y con Gayà, desaparecido en esta segunda mitad, más activo, llegó el 0-1 de Soler. El de Pedreguer se coló por su banda, la puso atrás para que Soler, desde fuera del área, se sacara un misil que se comió Masip. Tocaba apretar los dientes, seguir como hasta ese momento, cerrado atrás para amarrar la ventaja porque el Valladolid, con un triple cambio se fue a por todas. De hecho, tuvo una clara en el 84 para empatar. Sin embargo, fue el Valencia el que marcó aunque no subió el tanto al marcador. El fuera de juego previo de Maxi lo invalidó. El Valencia CF se condenaba a sufrir los últimos minutos.
Gracia sacó a Yunus Musah y Lato para refrescar sus huestes por un Wass con tirones y Cheryshev. El neoyorquino se inventó una jugada espectacular que dejó solo a Vallejo quien, incomprensiblemente falló sólo. Era el 95 cuando Orellana tuvo, a balón parado, la última. era muy peligrosa, dio en el palo y el Valencia esta vez, se salvó.