Otro gran ridículo que señala a Lim, Murthy y Javi Gracia

Hay formas y formas de perder y el Valencia CF pero sobre todo, su entrenador, Javi Gracia, eligió la peor de todas este miércoles en los octavos de final de la Copa del Rey ante el Sevilla FC . El conjunto valencianista fue un juguete roto y triste a manos de un Sevilla, que a medio gas, ridiculizó y vilipendió a un Valencia que se dejó. La alineación por la que apostó el técnico valencianista fue una declaración de intenciones, una entrega total y una mirada a lo que pueda ocurrir el próximo sábado en LaLiga Santander ante el Elche en Mestalla sin  importar la Copa del Rey, algo que ya es pasado para el Valencia y un estorbo antes de jugar el partido. El equipo está cogido con pinzas, Gracia tiene poco más pero su apuesta hizo incluso de menos a un equipo desconocido. A fin de cuentas, lo que han provocado los caciques de Singapur.

Ante el Sevilla, el Valencia CF protagonizó su enésimo ridículo y grotesco drama. ¿Qué más se puede decir de Peter Lim y sus acólitos como Anil Murthy? Ni siquiera se interesaron por la Copa del Rey ni cuando el equipo la conquistó en 2019. Mucho menos ahora que el máximo accionista pasa absolutamente del club y lo peor de todo es que no le importa lo que ocurra con la entidad.

La afición aguanta, se queja y protesta con más impotencia que influencia pues no puede hacer otra cosa al tiempo que ve morir a su club, al de sus padres y al de sus abuelos. Lo peor de todo es pensar lo que quedará para sus hijos.

Los rivales como el Sevilla asisten con tristeza y melancolía a partidos con cartel y solera como el de este miércoles, que pronto se convierten en simples entrenamientos.

Cualquier sentimiento de preocupación y de negatividad se queda corto. No es ni mucho menos una cuestión de priorizar una competición por delante de otra. Es un asunto de dignidad, la que perdió el Valencia cuando hizo un pacto con el diablo. Sin duda, la incertidumbre de cuando volverá es lo que más pesa.