El mercado de invierno que en esta temporada se cerró el lunes con los fichajes de Ferro, Cutrone y Oliva, ha propiciado la llegada al Valencia CF en la última década de más jugadores discretos o de paso efímero que de futbolistas trascendentes para el club, entre los que han destacado Pablo Aimar, Adrian Illie, y más recientemente, el brasileño Jonas Gonçalves, el italiano Zaza y el francés Francis Coquelin.
El único gran fichaje de la historia reciente del Valencia en el mercado invernal es bastante anterior y fue el del argentino Pablo Aimar, que se concretó en los primeros días del año 2001 y que dotó al conjunto valenciano de un futbolista de mucha entidad. Aimar estuvo seis temporadas en el club, jugó 216 partidos oficiales, marcó 34 goles y fue campeón de LaLiga Santander en dos ocasiones, además de ganar la Copa de la UEFA y la Supercopa de Europa.
De Pablo Aimar tan solo estuvo cerca en aquella etapa el rumano Adrian Ilie. El delantero cerraría su periplo en Valencia con la friolera de 45 goles en 129 partidos; una Copa Intertoto, una Copa del Rey, una Supercopa de España, dos subcampeonato de Champions League y una Liga, la primera de la era Benítez.
Sin embargo, en la última década, apenas alguno de los futbolistas llegados a mitad de temporada ha dado al Valencia un rendimiento considerable. Ese fue el caso de Jonas, procedente del Gremio de Portoalegre, quien rindió a la perfección durante cuatro temporadas, al tiempo que Coquelin pasó casi tres años en Mestalla y contribuyó al título copero de 2019.
Coquelin fue uno de los mejores fichajes de los últimos años en invierno. Aterrizó sin generar una gran ilusión, acumulaba lesiones, había perdido su puesto en el Arsenal y no se confiaba en su adaptación a LaLiga. El traspaso fue un acierto, compitió el puesto con Kondogbia y enamoró a la grada.
Otro que cuajó, aunque más para la afición que para su entrenador, Marcelino García Toral, fue el italiano Giuseppe Zaza, que ofreció buenos registros goleadores durante el año y medio que jugó en el Valencia.
Sin embargo, algunos de los futbolistas fichados a esta altura de la temporada en campañas anteriores apenas dejaron huella en el equipo bien porque estuvieron muy poco tiempo y jugaron pocos encuentros, bien porque aunque se quedaron más campañas, no llegaron a cuajar.
El invierno más movido en la historia reciente del Valencia CF fue 2014. Con Araújo, Vezo, Keita, Vargas y Senderos. También llegó Otamendi, pero tuvo que marcharse cedido hasta final de año. Desde entonces, el club siempre ha acudido a su cita de enero con algunos fracasos y otros movimientos que mejoraron la situación. Un año después, en el primer mercado con Meriton como máximo accionista llegó un fichaje que la afición esperaba desde hacía meses. Enzo Pérez por 25 millones. Se bajó del avión y se puso a jugar, pero pese a su buena primera impresión no dio el nivel esperado y acabó marchándose por la puerta de atrás.
Entre los que la afición apenas recuerda se encuentran el argentino Alejandro “Chori” Domínguez, cuya calidad nadie negó, aunque su aportación fue mínima, el chileno Eduardo Vargas, o un futbolista que jugó muy poco, pero que lo hizo siempre bien como fue Seydou Keita, quien apenas tuvo tiempo de asentarse en el club.
El argentino Enzo Pérez estuvo dos años y medio sin llegar a llegar a la fibra de los seguidores del equipo, mientras que entre el chileno Fabián Orellana y los argentinos Luciano Vietto y Facundo Rongalia no acumulan los tres ni cincuenta partidos con el Valencia.
Philippe Senderos, Guilherme Siqueira o Alessandro Florenzi son otros futbolistas con un paso fugaz por el club, mientras que hombres como Ruben Vezo completaron una trayectoria más dilatada y el actual jugador del Valencia, Denis Cheryshev, ha estado más tiempo, aunque salió cedido y volvió en una trayectoria muy condicionada por las lesiones, al tiempo que Rubén Sobrino acaba de marcharse cedido al Cádiz sin haber jugado apenas en dos años.
Ahora les toca labrarse su futuro a Ferro, Cutrone y Oliva. Los tres llegan cedidos pero con matices. Ferro con la posibilidad de ampliar su cesión un año; Cutrone cedido sin más y Oliva con una cláusula por la que el club puede ficharlo a partir de verano.
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