Tras unos últimos días bastante convulsos de mercado de fichajes, el Valencia CF lo cerró este lunes con tres nuevas incorporaciones y la vuelta de Cristiano Piccini. Cutrone, Ferro y Oliva llegaron en calidad de cedidos para fortalecer una plantilla que en verano había quedado fuertemente debilitada. Los ché acudían al mercado con unas pretensiones económicas que hacían que la posibilidad de no traer ningún refuerzo fuera evidente. Finalmente, con su política de cesiones gratis, salarios bajos y jugadores que viniesen a sumar, se ha conseguido cerrar dichas tres operaciones. El italiano fortalecerá el ataque y apretará a un Maxi que no está dando el nivel. El uruguayo ocupará el puesto que dejaron libre Coquelin y Kondogbia. Por último, el portugués completará una defensa que por momentos hace aguas.
La polémica entorno a está ventana de fichajes ha estado servida en todo momento. La afición no confiaba en que se llevara a cabo una incorporación por línea, pero al final así ha sido. Aún así, hay discrepancias en lo que se refiere a la interpretación de estos refuerzos.
Los resultados de una encuesta realizada por ElDesmarque Valencia muestran esa polarización de los aficionados ché, aunque la opción de que no se podía aspirar a más es la mayoritaria. Un cuarto de los que han votado abogan también porque son un acierto, mientras que un poco menos creen que llegan tarde. Como opciones minoritarias, se sitúan los que dicen que no mejora lo que había y los que afirman que hubiesen traído más jugadores.
Aunque las respuestas difieren en la forma y el contenido, la sensación que se puede socavar de los resultados de la encuesta es de aprobación general. Por diferentes motivos: