En la historia reciente del Valencia CF, cuando llega el duelo entre el conjunto blanquinegro y el celeste, sobre todo en Mestalla, la memoria viaja en el tiempo y se retrotrae al 6 de abril de 2017. Aquel día el Valencia consiguió el triunfo por 3-2 en LaLiga Santander ante los gallegos en un partido muy competido y en el que Carlos Soler se coronó como gran héroe con un golazo de los que permanecen en la retina del imaginario colectivo valencianista. El centrocampista valenciano mostró todas su calidad y toda su pegada en una jugada clave para certificar el triunfo valencianista en una temporada muy convulsa. El Valencia se llevó aquella victoria y Carlos Soler reforzaba su condición de referente futuro en el club valencianista, apenas pocos meses después de su ascenso meteórico al primer equipo del Valencia CF. Soler fue, sin duda, la mejor noticia para el valencianismo en una temporada para el olvido, una más de las muchas que ha sufrido el valencianismo de la mano de Meriton.
En aquel duelo, los goles de Parejo y Munir le habían dado la vuelta a un marcador estrenado por Gustavo Cabral. A falta de diez minutos para la conclusión del duelo, Iago Aspas empataba desde el punto de penalti y dejaba todo dispuesto para las tablas finales, sin embargo, nadie contaba con la aparición estelar de Carlos Soler para dar el triunfo con un gol antológico. Soler culminó de la mejor forma posible una conducción de rabia y de raza de Enzo Pérez, que le vino justo para filtrar el pase antes de recibir un encontronazo por parte de un rival. Carlos Soler hizo todo lo demás, lo casi imposible, convertido en sencillez. El valenciano llegó al borde del área y sin pensarlo dos veces, aprovechó la posición adelantada de Christian Herrera, portero del Celta por aquel entonces. Técnica perfilada y ejecución perfecta de vaselina para uno de los primeros grandes momentos de Soler en el Valencia CF, el primero de muchos.