Dani Parejo, un incómodo invitado ante un peor anfitrión
Dani Parejo regresó a Mestalla en un partido frío en el que no pudo llevarse nada, ni puntos, ni ovación. Su historia con este club da la sensación de seguir incompleta. El de Coslada volvió a pisar Mestalla, su casa durante 9 temporadas, 232 días después de que lo hiciera por última vez (16 julio de 2020 ante el Espanyol). No era un regreso más, sin duda. El emblema del proyecto que Peter Lim desmontó el verano pasado regresaba. A buen seguro que lo habría hecho ovacionado si la maldita crisis del COVID-19 no lo hubiera impedido. Habría sido un nuevo motivo de crítica y de queja del respetable hacia el palco, al que volvía Anil Murthy tras su viaje a Singapur. De momento, el único príncipe que holló Mestalla fue el de Coslada.
"El destino es caprichoso", debió pensar Dani Parejo. Y es que en apenas 13 días el excapitán valencianista ha visto pasar su pasado por delante de sus ojos. El ciclo se cerró este viernes, en la visita del Villarreal CF a Mestalla. En una semana de príncipes, el de Coslada pisó de nuevo el estadio que le vio crecer y madurar durante nueve temporadas. Pero venía con la tarea aprendida. Antes de esta cita, ya había tenido otras dos semanas de reencuentros especiales que han emocionado al valencianismo. El primero, con Marcelino; el segundo, con Kondogbia, su gran escudero con el que maravilló en la 2017/18 y la 2018/19, fundamentalmente la primera.
Pero esta era especial. Llegó con el tiempo justo, abrazándose a todos, empleados, excompañeros, amigos, con Voro, además, departió unos minutos. Faltaba, claro está, los aficionados que otrora lo idolatraron. En el calentamiento trabajó con Capoue, el anhelado sustituto que Gracia pidió y no tuvo y que ahora se alía con Parejo en la medular grogueta.
Parejo, un invitado incómodo con beso final
Sobre el césped Dani se mostró como siempre, un jugador incómodo para el rival, que tuvo una ocasión desde la frontal para marcar, que ganó muchos duelos en el medio a Kang In, Carlos Soler, Racic y Gayà, sobre todo gracias a su inteligencia y colocación.
Dani Parejo regresó a Mestalla en un partido frío en el que no pudo llevarse nada, ni puntos, ni ovación. Su historia con este club sigue incompleta.
Con el balón sigue siendo el Parejo que manda, organiza a sus compañeros, que distribuye aunque, en esta ocasión, su juego no les permitió sumar ni un punto. Completó 68 pases correctos de 71 que intentó; realizó tres regates, tres centros, cinco pases en largo, recibió una falta e hizo otra, pero no estuvo fino cuando Oliva se fue como un rayo hacia la portería de Asenjo y se la cedió a Guedes para que culminara la remontada..
Al final del choque, dolido por la derrota, sí que se le vio charlar y abrazarse con algunos ex como Maxi Gómez, darse un beso con Gayà y, sobre todo, con Jaume Doménech, ahora capitán como él fue. Seguro que al competitivo capitán le habría gustado otro regreso a casa: con gente y en el que su Villarreal sumara algo positivo. No fue así.
Ya se vieron en la ida y marcó
Mucho mejor le fue en su nueva casa, La Cerámica. Parejo ya se reencontró el pasado 18 de octubre con el Valencia CF. Lo hizo anotando el gol de la victoria para el submarino amarillo. Cabe destacar aquella celebración pidiendo perdón con las manos apoyadas sobre la frente y sus declaraciones tras el partido: "He estado allí nueve años. Fue mi casa. Siempre voy a estar agradecido al Valencia CF y siempre lo voy a respetar hasta que me muera".
Parejo, Alcácer, una legión de exvalencianistas
Pero Dani Parejo ha tenido estos meses quien le acune, quien le explique que es aquello de ir de Mestalla hasta Villarreal. Junto a él canteranos como Paco Alcácer, Raúl Albiol le acompañaron en su regreso a Mestalla. Para el punta era el primer partido titular en casa. Completaba la terna Jaume Costa, suplente y que salió después y se quedó sin cambiarse Coquelin lesionado. Todos ellos dirigidos por otro ex de éxito como el técnico Unai Emery, que ya sabe lo que es volver a Mestalla con y sin público
Dani Parejo, un adiós traumático
Hay que recordar que el adiós de Dani Parejo fue traumático para él y para la afición. Bajo el pretexto de que su ficha era demasiado elevada, Meriton Holdings decidió dejarlo marcharse libre al club castellonense. El jugador, entre lágrimas, se despidió del "club de su vida" y tras explicar que su "objetivo y mi pensamiento siempre ha sido el mismo. Llevaba 9 años en el Valencia y me hubiese gustado retirarme en el Valencia. No ha podido ser. Cada día que me he puesto la camiseta, he dado todo de mí y me voy con la cabeza muy alta." Atrás quedaban 383 partidos oficiales, 63 goles, 64 asistencias, 31.063 minutos y un título de Copa del Rey que levantó como capitán. Ha sido, es, y será, el club de su vida y Mestalla su casa.
