El Valencia CF recibe este domingo a las 16:15 en Mestalla al Real Valladolid en una nueva final por la salvación correspondiente a la jornada 35 de LaLiga Santander. El Pucela está a cinco puntos del conjunto blanquinegro, aunque de los de abajo es el que tiene el calendario más difícil en los compromisos que restan. Villarreal, Real Sociedad y Atlético de Madrid, en ese orden. El reto de la permanencia se erige como complicado para un Valladolid, el de Sergio González y Diego Ribera, que viene en una mala dinámica de resultados. No obstante, define a la perfección lo que es ser un equipo: nunca da su brazo a torcer. Le cuesta ganar, empata mucho y pierde poco. Cuando lo hace, con resultados cortos. Es innegable el trabajo del técnico catalán en el banquillo vallisoletano.
Blanquinegros y blanquivioletas se vieron las caras en unos de los primeros partidos del año. Concretamente, el 10 de enero. Solo un gol de Soler en el 76' pudo desequilibrar la balanza del lado del Valencia CF. Desde entonces, se han disputado 16 partidos de los que el Valladolid solo ha sido capaz de ganar uno.
En total, una victoria, 10 empates y cinco derrotas. Solo 13 puntos de 48 posibles (un 27%). No gana en LaLiga desde el 6 de marzo. En ese mismo periodo, el Valencia CF ha cosechado cuatro puntos más (cuatro victorias, cinco empates y siete derrotas).
El Valladolid sigue notando la marcha de su mejor jugador en la 2019/20 y uno de los grandes artífices de la permanencia por segunda temporada consecutiva en Primera: Mohammed Salisu. Su baja ha disminuido el poder competitivo de los vallisoletanos.
Si bien en la pasada campaña se caracterizaban por conceder muy poco atrás y aprovechar las pocas ocasiones que tenían, en la actual les está costando sobremanera defender. De hecho, a falta de seis jornadas, ya habían superado los 43 tantos encajados del último año. Ahora, llevan 46.
En el capítulo de incorporaciones, Lucas Olaza les ha venido muy bien a partir del mes de enero. Es, sin duda, uno de los mejores centradores de LaLiga. A parte, otros que estaban desde el inicio de la temporada como Weissman u Orellana, que no estará en Mestalla, se han ido cogiendo conforme avanzaban las jornadas. Son los máximos goleadores del equipo.
Al igual que el Valencia CF, Sergio González suele ser fiel al 1-4-4-2 que tan buenos resultados le ha dado las anteriores temporadas. Es un esquema en el que brilla más el ser equipo que las individualidades, aunque estas siempre han de estar presentes. En este sentido, jugadores como Óscar Plano, Weissman, Orellana y Marcos André se han erigido como vitales.
El primero suma cuatro goles y cinco asistencias y aporta esa velocidad y verticalidad que necesita un equipo que juega replegado. El israelí, que llegó al Valladolid avalado por sus goles en la liga austriaca, se ha destapado como un ratón de área. Le avalan seis tantos.
Al exvalencianista Orellana, que se encuentra lesionado, le costó acomodarse en el equipo, pero lo ha hecho: seis goles y dos asistencias. Finalmente, Marcos André fue el mejor jugador del Valladolid en el arranque liguero. Posteriormente, se lesionó y ahora está enganchándose de nuevo.