Este martes 29 de junio se cumple una año de la destitución de Albert Celades como técnico del Valencia CF. El despido del técnico andorrano tuvo muchas consecuencias y no hizo más que confirmar otro fracaso absoluto en la gestión de Meriton en el Valencia CF. El cese fulminante del técnico provocó también, la marcha prematura del entonces director deportivo César Sánchez. El guardameta también decidió poner su cargo a disposición del club tras sentirse ninguneado por la entidad, sin apenas margen de maniobra para realizar su trabajo y después de haber empeñado su palabra unas horas antes ante la plantilla, asegurando que el técnico Celades seguiría en su puesto. César se hartó y presentó su dimisión.
El 29 de junio de 2020, después del parón por el confinamiento de la pandemia, el Valencia CF tan sólo había conseguido un triunfo en cinco partidos, desprendiendo unas sensaciones muy negativas y con un clara fractura entre el vestuario y el cuerpo técnico. El club buscó dar un impulso al un equipo que todavía tenía opciones de meterse en Europa. La decisión llegó después de la autorización de Peter Lim y Albert Celades fue destituido. Se hizo cargo del equipo Voro.
Así, de golpe, el proyecto valencianista volvió a desmontarse en cuestión de horas y el equipo se quedaba sin entrenador y sin director deportivo. Celades nunca encajó al 100% en el vestuario. No era sencillo después de haber llegado de la manera en que lo hizo. La traumática marcha de Marcelino, meses después de conquistar la Copa del Rey, por el capricho del máximo accionista, provocó una profunda herida en el seno de aquel vestuario campeón y supuso una losa que fue arrastrada durante meses, incluso después del confinamiento. La sintonía entre jugadores y técnicos era inexistente y el club decidió prescindir de Celades para encontrar una reacción que tampoco llegó.