El Valencia CF se medía al Real Madrid en el partido correspondiente a la quinta jornada de LaLiga Santander. Un duelo accidentado, especialmente en su primera mitad, en la que José Bordalás se vio obligado a hacer dos cambios por lesión: el de Yunus Musah por Carlos Soler y Toni Lato por Thierry Correia. Incluso en los blancos, con Carlo Ancelotti obligado a cambiar a Dani Carvajal por Lucas Vázquez, se reflejó. Pero si fue accidentado no fue solo por los problemas físicos. Y es que también hubo polémica en el plano arbitral. Y es que el árbitro del partido, Pablo González Fuertes, no vio nada punible en una acción de David Alaba con Maxi Gómez en el área madridista.
Corría el minuto 27 del partido y el delantero enfilaba hacia portería rival con un gran desmarque en el que le cogió la espalda al defensa austríaco. El charrúa ya encaraba a Thibaut Courtois cuando Alaba, el último hombre del Real Madrid, le derribó. Todo Mestalla pidió penalti sobre el jugador valencianista, aunque la jugada siguió. Tal y como marca el protocolo VAR, la jugada se revisó tal y como se hace en casos de posible penalti.
Sin embargo, el balón salió fuera y la plantilla valencianista reclamó a González Fuertes la acción. El VAR no dijo nada al árbitro, y la acción, de manera polémica, quedó sin castigar. Pero, ¿qué fue lo que pasó realmente?
En las diferentes repeticiones ofrecidas por la realización, se aprecia que puede haber falta de Alaba sobre Maxi Gómez. Sin embargo, la infracción se produce fuera del área. Ésta, en efecto, habría acabado con expulsión para el austríaco por ser el último hombre de su equipo. No obstante, el mismo protocolo VAR marca que no se interviene en ese tipo de faltas. Por tanto, quedó sin castigar. En este caso, el error es de Pablo González Fuertes y no de la aplicación del VAR.