El Valencia CF sucumbió este domingo ante el Real Madrid en el choque correspondiente a la jornada 5 de LaLiga Santander. Tras una semana de euforia por el gran inicio liguero y el resultado en El Sadar, los de Bordalás dejaron escapar la victoria y el liderato en los minutos finales de un encuentro que fue mucho más accidentado de lo que se esperaba. Ante la imposibilidad de poder contra con Gayà ni Cheryshev, los dos que habían sido sus titulares habituales en las anteriores jornadas, tuvo que reinventarse y alinear el plan B que ya llegó a mostrar la pasada semana ante el Osasuna: una banda izquierda formada por Foulquier y Hugo Duro.
En un inicio, sorprendió. Ahora bien, lo malo fue que apenas se pudo ver la fiabilidad de esa pareja a causa de las lesiones. Soler se marchó antes de llegar al cuarto de hora y pocos minutos después, fue Correia que se lesionó. Lato entró en sus sustitución, pasando Foulquier a ocupar el carril derecho.
La primera media hora del partido fue frenética: mucha intensidad, poco acierto y cero goles. Ya con el plan C sobre la mesa, al elenco de Bordalás le fueron mejor las cosas. Y es que Hugo Duro, que se estrenaba en Mestalla, fue capaz de anotar en el minuto 66 para dar la victoria momentánea al Valencia CF.
Tras ello, Bordalás decidió dar paso a Racic, Helder Costa y Marcos André. Las bandas empezaron siendo Correia-Soler y Foulquier-Duro y ninguno de estos cuatro acabó los 90 minutos en la misma posición de inicio. Se acabó con Foulquier-Yunus y Lato-Helder.
Fue tras estos cambios cuando el Real Madrid remontó el partido. La realidad es que la idea de Bordalás tenía sentido, pero el resultado no fue el esperado para él.