El Valencia CF ganó ante el Villarreal CF en el partido correspondiente a la jornada 12 de LaLiga Santander. Los de Bordalás se dejaron dominar por el Villarreal pero fueron más eficaces en las áreas y vencieron con solvencia por 2-0. Hugo Guillamón al filo del descanso y Carlos Soler de penalti en el 77 sentenciaron un derbi en el que la afición vibró de nuevo y tuvo tiempo para respirar feliz, criticar a la propiedad, dedicarle el aplauso que se le debía a Dani Parejo y recordar a Unai que no es querido en un campo, Mestalla, que sigue siendo el que manda en Valencia. Tras siete jornadas sin ganar, el equipo vuelve a la senda de la victoria y ya piensa en el líder.
De inicio, entre las bajas y las rotaciones obligadas por la acumulación de partidos, José Bordalás apostó por Foulquier, Racic y Hélder Costa como grandes novedades. Por cambiar, hasta varió el dibujo de su equipo con un 1-4-3-3.
A las primeras de cambio, y mientras sonaba ya el clásico 'Peter vete ya' y el ¡Anil canalla fuera de Mestalla', Coquelin había cazado ya a Racic que estuvo renqueante los primeros minutos.
Al equipo le costaba acoplarse al nuevo dibujo y sufría más en defensa que atacaba. Las mejores opciones siempre llegaron a balón parado. El equipo de Bordalás, a pesar de ser local, aguantaba atrás, dejaba que el Villarreal le dominara e iba despuès a la contra buscando a Guedes para hacer daño.
Danjuma tuvo la mejor ocasión visitante pero su disparo salió fuera por poco y la respuesta del Valencia no tardó en llegar. Hugo Guillamón recibió un saque de banda, dribló a dos rivales y con una vaselina espectacular batió a Rulli en el 43 para poner en ventaja al Valencia. Los minutos finales de la primera parte fueron los mejores del Valencia y de toda esta primera entrega que finalizó con 1-0 y con intercambio de ocasiones varias.
Tras el paso por vestuarios, Unai Emery sacó a Parejo y Yeremi y entraron Chukweze y Dia. El dominio villarrealense era insistente, como en la primera mitad, y el Valencia se defendía únicamente procurando salir a la contra. Quizá Bordalás no pensaba cambiar tan pronto pero en el 50 Racic se rompió. Echó la mano al gemelo, se tiró al suelo y salió Carlos Soler por él.
El Valencia aguantó y a la contra pudo hacer algún gol más. En el 72, con Guedes como punta único, Bordalás decidió sentar a Marcos André, que estaba jugando de interior derecho, y sacar a Thierry Correia. Al tiempo, Gabriel, con molestias y todavía secuelas del golpe del miércoles en Sevilla, dejó su puesto a Diakhaby. Quedaba un mundo y había que refrescar las tropas. Dicho y hecho. Nada más salir, los dos se inventaron una jugada para dejar sólo a Guedes que vio como Albiol le sacaba el balón en la línea cuando tenía marchamo de gol.
El córner posterior acabó en penalti de Alberto Moreno sobre Foulquier que Carlos Soler no perdonó logrando el 2-0 en el 76.
Con 2-0, Bordalás movió su banquillo, sacó a Hugo Duro, Piccini y aferró un triunfo más que necesario para él y para su equipo. Tres puntos de oro gracias a los 31.487 que llevaron a los suyos en volandas.