El Valencia CF empató sin goles ante la Real Sociedad en el partido correspondiente a la jornada 14 de LaLiga Santander. Los de Bordalás salieron a no perder, a puntuar en un campo donde pocos lo hicieron y lo consiguió. El Valencia, rocoso, con oficio y sólido, sacó un punto fuera de casa en un choque en el que acabó con uno más.
De inicio Bordalás premió a Hugo Duro y Hélder Costa con la titularidad en detrimento de Cheryshev y Maxi Gómez, ya recuperados. Visitaba al líder y el técnico alicantino se cerró con cinco en la medular y Guedes como único punta. Hélder Costa y Hugo Duro estaban en los costados y Racic, Wass, y Soler, poblaban la medular para evitar la magia de los Silva, Merino y compañía. La táctica estaba clara: ser ultradefensivo -aunque Bordalás lo negó en la previa- y esperar para salir a la contra con velocidad.
La falta de juego claro dio paso a el otro fútbol, a las tanganas, los golpes y las microbatallas en las que el peor parado fue Gayà, pisado por Januzaj. El mayor control realista fue respondido con la presión asfixiante de un Valencia que, gracias a eso, provocó la primera gran ocasión en el 19. Hélder Costa la robó, se la centró a Guedes que, en buena posición, no pudo controlar para rematar.
A la jugada siguiente fue Hugo Duro quien no pudo aprovechar un gran pase filtrado de Wass. Al filo de la media hora, Hélder Costa y Hugo Duro, sensacional el trabajo defensivo de ambos siendo hombres de ataque, intercambiaron sus posiciones para tratar de descolocar a sus pares.
En el 31, el dominio realista, se transformó en una buena jugada que acabó con un disparo de Isak a la media vuelta que llevaba marchamo de gol pero CIllessen, abajo, sacó una manopla salvadora.
Melero López, excesivamente permisivo, no quería pitar los empujones, los pisotones y los continuos golpes. A nadie favorecía y, por eso, al filo del descanso, jugadores de ambos equipos le protestaban y se quejaban.
Tras el paso por vestuarios, la Real modificó su dibujo, no así el Valencia que, cerrado, esperaba la ocasión para dar un zarpazo y sorprender al líder, como en el 51, cuando Guedes estuvo a punto de rematar un buen centro de Foulquier. El rechace le cayó a Soler pero su disparo, manso, fue detenido por Remiro.
Bordalás había adelantado sus laterales y la sensación es que el partido de equilibraba y se empezaba a jugar más lejos de la meta de Cillessen. Por eso Imanol sacó a Oyarzabal y Zubimendi para subir un punto la presión. Bordalás hizo lo propio y retiró del campo de batalla a Guedes, que le habían crujido, por un guerrero como Maxi Gómez. Nada más salir, Gayà le puso un buen balón al charrúa que no acertó a rematar.
El partido seguía trabado y Wass empujó a Elustondo, amarilla clara, pero el vascuence se giró y desde el suelo se la devolvió. Melero lo vio y le sacó la roja. Bordalás, que lo vio, refrescó su equipo y sacó a Yunus Musah y Koba Lein en el centro del campo por Racic y Hugo Duro, fundidos ambos. Imanol, con uno menos, agotó los cambios en el 84.
Con uno más el Valencia CF no hacía valer su superioridad y el partido seguía convertido en una batalla campal y Bordalás sacó otro guerrero al alinear a Marcos André por Wass en el 88. Sin embargo, era la Real quien más y mejor llegaba al área de Cillessen. De hecho, en el 90, Zubimendi no llegó a empujar un gran centro de Oyarzabal cuando el Reale Arena cantaba el gol.
En el 94 la tuvo Maxi Gómez. Hélder la puso perfecta al charrúa que remató al cuerpo de Le Normand. Cualquiera pudo desequilibrar una batalla que terminó finalmente en empate a cero. Aún tendría otra, cuando Gayà, de cabeza, casi logra el gol tras un gran centro de Soler.