La Junta General de Accionistas del Valencia CF celebrada este jueves ha sido la más polémica y la más extraña por la ausencia de la gran mayoría de propietarios del club. La asamblea se ha desarrollado de forma tensa, precisamente por el descrédito que supone el desarrollo de una Junta dedicada a accionistas pero sin accionistas. Tan sólo unos pocos han podido estar presentes y han mostrado su descontento a través de sus palabras, incluso han realizado muchas cuestiones al presidente del Valencia, muchas de las cuales han quedado sin respuesta.
Al final de las varias horas que duró la Junta en el Palco Vip de Mestalla, todos los que allí estuvieron presentes salieron con la sensación de que habían hecho lo correcto para mantener la oposición a una propiedad descarnada y desconsiderada como es la de Meriton. Por supuesto, no sin el lamento de que la gran mayoría de accionistas ya no puedan acudir al foro donde deben expresarse anualmente y por las muchas preguntas que quedaron sin respuesta, como ya es habitual cada año. Eso sí, todos salieron con la satisfacción de haber hecho lo que consideran correcto y haber representado a una masa que en esta ocasión ha alcanzado un récord de votos negativos en contra de la gestión de la propiedad. En la aplicación práctica, de poco sirven, no así en el aspecto emocional y del sentimiento valencianista.