El 2 quiere comerse el 22: Correia vuelve por todo lo alto pero acaba tocado
"Tenía muchas ganas de volver desde que me lesioné. No hemos podido conseguir los tres puntos, pero hay que seguir trabajando. Me encontré bien, pero al llevar tiempo sin jugar se me cargaron los gemelos. Nada importante", decía Thierry Rendall Correia exhausto al final del partido ante las cámaras de VCF Media. No era para menos. Catorce jornadas, más de tres meses, 103 días... El tiempo que llevaba Thierry Correia sin ser titular con el Valencia CF se puede decir de muchas maneras. Sus problemas físicos y continuas recaídas únicamente le habían permitido sumar 18 minutos ante el Villarreal CF que solo le sirvieron para alargar más todavía su tiempo de baja. Pues bien, ante el RCD Espanyol, en el choque correspondiente a la jornada 19 de LaLiga Santander, el portugués volvió para quedarse y, por fin, vio la luz al final del túnel.
En los primeros 45 minutos, nadie hubiese dicho que Correia llevaba tanto tiempo de baja. Fue de los más activos. En el 3', ya había cometido su primera falta. Poco después, se ganó la amarilla por una dura infracción sobre Pedrosa. En el 21', taponó un disparo de este desde la frontal, al igual que hizo el borde del descanso en un tiro de RDT. El Espanyol reclamó penalti, pero lo cierto es que tenía los brazos pegados al cuerpo.
En campo contrario, resquebrajó la defensa del conjunto periquito cuando subió. Provocó la amarilla de Melamed tras una jugada en banda y le puso en otra acción un buen balón a Soler, pero este se encantó.
Reconversión, cambio de Correia y remontada
La segunda mitad empezó con grandes noticias para los intereses del Valencia CF. Gol de Alderete a pase de Hélder Costa, pero pronto llegaron los problemas. En el 66', Jesús Vázquez tuvo que ser sustituido por Piccini y Correia pasó al lateral izquierdo.
Allí, cortó un pase de Darder que dejaba solo a uno de los atacantes periquitos. El portugués demostró que vuelve a estar para ser titular y que puede solucionarle a Bordalás muchos problemas con su versatilidad. A 15 minutos del final del partido, dejó su lugar a Cheryshev. Acabó fundido y con calambres. Se fue del campo y el Espanyol remontó. Jarro de agua fría para la parroquia valencianista. Correia es consciente y, por eso, asegura que, "para mí ha sido un buen año. He podido jugar, que es lo que quería. Para el club, creo que podríamos haber hecho más. Somos el Valencia y siempre tenemos que hacer más".