Lo que molesta de verdad de la polémica y el robo del Bernabéu

Lo que de verdad molesta del robo en el Bernabéu no es el hecho, es que todos sabíamos que iba a suceder. Por eso entiendo el tuit del club.

El Valencia CF fue peor y mereció perder ante el Real Madrid en LaLiga. Los de Carlo Ancelotti -me gusta mucho este entrenador- no necesitaban regalos para ganarle a los de Mestalla. Sin embargo, lo peor no es el robo en sí, sino que todos lo veníamos venir.

Ser hijo de un psiquiatra y padre de un adolescente tiene, créanme, muchas ventajas. Te permite asimilar circunstancias de la vida a tu trabajo y el cabreo y el mal sabor de boca por lo ocurrido en el Bernabéu es un buen ejemplo. Horas después me siento como cuando uno llega a casa del curro y necesita desahogarse. Pues eso es lo que hago yo en esta columna. Son ustedes mi puerto en el que amarro. Así que procedo.

¿Saben lo que me molestó de verdad del arbitraje? Que se veía venir. Eso me generó una rabia y una frustración enormes. Dolió más eso que el golpe. Joroba infinitamente saber que te van a perjudicar, que tu destino no depende de lo que tú hagas, sino que estás condenado, prejuzgado de antemano. Por eso entiendo el tuit del club hablando de robo. ¿Que serían más correctas otras conductas o compatibles (véase presión a la federación)? Por supuesto, pero lo que va delante, va delante. Cirilo Amorós retiró al equipo de ese mismo estadio hace décadas y ahora los de Mestalla tiran de ironía. Tiempos distintos, mismo cabreo.

Pero no sólo lo digo yo, también les dan la razón las Peñas que precisamente no son sospechosas de estar a favor de la actual gestión del club. Y es que el robo, con premeditación y alevosía fue indigno, una vez más y ya van ocho.

El robo no tiene vuelta atrás, el futuro sí está en su mano

Dicho esto, tampoco servirá más que para desahogo personal y colectivo. Nada va a cambiar el resultado y ni tan siquiera evitará que vuelva a suceder en el futuro. Por eso, bien hará el Valencia en preocuparse de lo que el penalti no tapa, de lo que sí está en su mano cambiar y que no es otra cosa que las propias carencias del equipo y del club. Ya lo saben ustedes, sangría defensiva, necesidad de fichar y enmendar el apartado médico porque las bajas y las recaídas están mermando a un Bordalás que también tiene que ponerse las pilas.

En este maremágnum de sinsabores, el optimista que soy espera una semana con alguna novedad sobre el Nuevo Estadio y, por supuesto, un triunfo en Copa. A partir de ahora, si el equipo es capaz de imponer su mayor calidad al Atlético Baleares y tiene suerte en los sorteos puede llegar muy lejos. Soñar es gratis y como diría mi padre, a esta columna uno ha venido a contar sus alegrías y destapar sus miserias. Ustedes son mi otro puerto en el que amarrar seguro y eso hago. Se os quiere. Feliz semana.

David Torres

Delegado de ElDesmarque en Valencia

dtorres@eldesmarque.com