Tras la reunión de esta mañana en Paterna entre Anil Murthy, Miguel Ángel Corona y Bordalás, más allá de que el técnico mostrara su inquietud por la falta de refuerzos y su negativa a que Wass se marche si no hay sustitutos, quedó claro que la hoja de ruta de los fichajes no cambia. Es decir, para que los de José Bordalás intenten volver a competir por los puestos noble de la tabla necesitan refuerzos y el cuerpo técnico tiene claro que las dos posiciones son por este orden: la zona central de la zaga y el mediocentro, dos zonas que quedaron huérfanos en el mercado de verano y que ahora se tratarán de cubrir. Eso sí, la delicada situación económica de la plantilla y la acumulación de jugadores, retrasan al Valencia CF, que busca temporeros, jugadores cedidos, baratos y cuyo compromiso no se alargue más allá de verano. Y ahí, en ese escenario, se mantiene el nombre Álvaro González, central del Marsella que no termina de cuajar para Bordalás y aparece en escena el canario Aridane, con experiencia de sobra en LaLiga Santander y que cuadra en los planes de Bordalás.
En ese sentido, Aridane, tal y como ha adelantado el diario AS, cuenta con el OK del cuerpo técnico valencianista pero sacarlo de Osasuna no va a ser fácil. Aridane acaba contrato en 2023 y el conjunto rojillo no se plantea una cesión a secas, y el Valencia ahora no quiere ir más allá con un jugador que ya tiene 32 años. .
En todo caso, no es la primera vez que Aridane suena para el Valencia. En el pasado verano, su agente Raúl Molina ya reconoció el interés de los valencianistas. A Bordalás le cuadra más que Álvaro González, del Olympique de Marsella, jugador que ha sido ofrecido y que el club contempla todavía. Quedan 18 días y la hoja de ruta no cambia, las posiciones están claras, pero las gestiones no terminan por finiquitarse y el equipo se juega la vida en enero, tanto en Copa como en Liga. Y, en el caso del central, además, lo hace sin Gabriel Paulista.