El Valencia CF ganó por 2-1 al Cádiz en el choque de cuartos de final de la Copa del Rey disputado en el Estadio de Mestalla y estará en el bombo de semifinales.. Al son del tocó en Hugo Duro el Valencia llegó a una semifinal y este miércoles volvió a hacerlo. Aquella vez fue como rival, hoy como estrella. Dio la asistencia del primero, anotó el segundo y se dejó la piel en el campo. Espectacular, como siempre.
El partido empezó muy dinámico, con Mestalla viviendo el partido como si de una gran noche europea se tratara. De inicio Bordalás permitió debutar a Bryan Gil y Eray Cömert y apostó por un doble lateral en el costado derecho con Thierry y Foulquier más adelantado. El Valencia salió lanzado, a por todas, dispuesto a marcar y a aprovechar lo que quería el Cádiz, que se estirara para pillarlo en alguna contra, cosa que pudo hacer en el primer cuarto de hora.
A falta de 6, Hugo Guillamón, que formó doble pivote con Soler, el mejor 8 del equipo. Pero ninguno fue En un balón largo de Gayà que Cala se comió gracias a la pelea de Hugo Duro. El madrileño se la dejó franca a Guedes que solo ante David Gil no perdonó el 1-0 en el 24. El Valencia había atacado más y lo merecía. Cala, abucheado, lo
El luso a la media hora dio el susto en Mestalla tras un choque con Guillamón que lo dejó cojeando. El partido, pese al gol inicial seguía abierto porque Alberola Rojas tampoco cortaba en exceso el juego duro del Cádiz y el Valencia tampoco materializaba sus llegadas. Entretanto disfrutaba con las filigranas de Bryan Gil, sin duda un zurdo que enamorará Mestalla.
Sin más contratiempos se llegó al descanso, pero en el 53, a instancias del VAR, el Cádiz empató. Eray Cömert agarró a Juan Cala, pitado hasta la saciedad en Mestalla y Lucas Pérez no perdonó, aunque Jaume casi la saca. Tocaba volver a empezar, porque al suizo le faltó oficio y tablas.
Mestalla no dejaba de animar a los suyos sabedores de la importancia anímica de reuperarse rápido. Bordalás tenía calentando a Maxi Gómez, Lato e Ilaix Moriba casi toda la segunda mitad pero no los sacaba y eso que Cala estrelló el balón en el palo tras una saque de córner. Además, Sergio González ya había hecho cuatro cambios.
La banda derecha no funcionaba y a la izquierda, el Cádiz la secaba a palos. El Valencia, además, mostraba su endeblez a balón parado y los nervios se apoderaron de la hinchada. El partido se enfrió y en el 66 Bordalás se decidió a mover el árbol. El técnico sacó a Ilaix Moriba y a Maxi Gómez y sentó a Correia y Cömert. Bordalás le daba un toque y sentaba a un Thierry mermado y lejos de su mejor momento. Foulquier se puso de lateral, Hugo Guillamón de central (cuando acababa de salir Negredo) y Hugo Duro volvió a la banda.
Ilaix, que no es un 6, jugó en el doble pivote con Carlos Soler y el Valencia apretó. En el 72 le reclamaron un ,penalti sobre Hugo Duro por agarrón que Alberola no quiso ver. Esta vez no hubo VAR. El nuevo centrocampista se mostró asociativo, pero poco expeditivo. Los minutos pasaban, Mestalla calentaba y Gayà a punto estuvo de inventarse una nueva asistencia. No fue, pero casi. El otro valenciano irredento sacó el córner que forzó el capitán y Hugo Duro de cabeza hizo el 2-1
El Cádiz estuvo a punto de empatar en la jugada siguiente. Con Jaume fuera del arco, fue Guillamón el que sacó las castañas del fuego. Hugo Duro se tiraba al suelo y a Maxi Cala lo cazaba y fue expulsado. Diakhaby se lo recriminó. El karma, dicen.
En el 87 Bordalás retiró a Guedes y Gayà y sacó a Toni Lato y Hélder Costa y en el 93 fue Hugo Duro, el mejor, el que dejó su sitio a Racic.
Con el Cádiz volcado, el Valencia tuvo una gran ocasión para sentenciar, pero como no lo hizo, terminó pidiendo la hora pero, eso sí, en su 35 semifinales.