David Silva vuelve a su casa, a un estadio de Mestalla que pisará once años después y que ahora trata de buscar su magia en un nuevo 21: Bryan Gil
11 años y nueve meses después de de aquel Valencia CF - Xerez del 4 de mayo de 2010, David Silva volverá a pisar Mestalla, eso sí, vistiendo otra camiseta, la de la Real Sociedad. La afición del Valencia CF le rendirá un sentido homenaje tanto si juega o no cuando pise el templo que ahora idolatra otro 21, Bryan Gil, zurdo y fino estilista como él pero que está lejos todavía de ser lo que "Si se hubieran interesado por él, David Silva habría ido al Valencia", se lamentaba esta semana su padre en Línia de Fons de Àpunt pero fue siempre el sueño imposible. La realidad es que cuando podía regresar, cuando la Real pudo disfrutar de su magia y ganar una nueva Copa del Rey, el Valencia estaba pensando más en aligerar el coste de su plantilla que en firmar estrellas del City que volvía a LaLiga Santander.
Las circunstancias y las lesiones han impedido que el regreso a su casa fuera total hasta este domingo. David Silva aterriza en un Mestalla que añora su magia y por eso se ha echado en brazos de otro mago, otro 21 con el que quiere soñar alto: Bryan Gil. Está a años luz de él, pero las similitudes entre ambos zurdos son tantas que los más viejos del lugar se niegan a no reconocer en él la estela y la impronta de los jugadores hábiles, capaces de levantar un estadio con un caño, un pase o un regate.
David Silva en 2002 acabó recalando en la academia del Valencia CF. En 2004, el canario se fue cedido al Eibar y un año después al Celta de Vigo. Silva irrumpió en el Valencia en la campaña 2006/07, que es recordada por sus golazos en octavos de Champions ante el Inter de Milán, y en cuartos ante el Chelsea.
David Silva era uno de los magos del Valencia que despuntaba en ataque con nombres como David Villa y Juan Mata. Los tres fueron piezas claves en los éxitos de la selección, pero el club se tuvo que deshacer de ellos por las necesidades económicas. Silva se marchó al Manchester City por una cifra cercana a los 30 millones de euros mientras se disputaba el Mundial de Sudáfrica en el verano de 2010, que ganó ya no como valencianista o sí.
En cuatro temporadas mágicas firmó 168 partidos oficiales, anotó 32 goles y dio 37 asistencias. Ganó una Copa del Rey y
Su último partido en la competición nacional tuvo lugar el 4 de mayo de 2010. Fue un Valencia CF- Xerez, y el choque terminó 3-1. El canario fue uno de los autores de los goles. Es decir, ha sido necesario esperar 10 años para volver a disfrutar de la magia del canario en LaLiga Santander, y los aficionados de la Real tienen la suerte de que además es en sus filas.