En su comparecencia a los medios de comunicación tras el duelo de LaLiga Santander contra elRCD Espanyol, Marcelino empezó a jugar la guerra psicológica de la Copa. El técnico del Athletic Club, se ha mostrado muy cabreado por algo que se sabía ya hace semanas y que son los horarios y la diferencia de días para preparar la competición del KO. No sólo en la ida, cuando los de Mestalla tendrán un día más, ssi por el partido de vuelta de las semifinales de Copa del Rey que se jugará el 2 de marzo en Mestalla. Previamente a ese partido los de José Bordalás van a jugar por el viernes 25 de febrero frente al Mallorca en LaLiga Santander y los de San Mamés, el domingo 27 lo harán ante el Barça en el Camp Nou.
El técnico, que sabía de antemano los horarios pues los partidos de Liga están fijados antes de conocerse los rivales de Copa, se las sabe todas y empieza a incendiar el ambiente y a jugar su baza psicológica. El asturiano empieza el ardid y va de víctima. Es más, aunque volverá a comparecer el miércoles, este lunes ha lanzado la primera andanada y se pone ya en el papel de víctima.
"Me cabrea. Puede pasar que el Valencia descanse más en la ida en Bilbao, pero un día, no sé... Es mejor tener 3 días que 2 de descanso, claro que sí, pero lo que es incongruente e ilógico de verdad es que para el partido de vuelta uno juegue el viernes y el otro equipo lo haga el domingo por la noche", ha explicado el de Careñes, que no contento con ello ha asegurado: "Eso se aleja de toda lógica y no es normal: son 2 días de descanso contra 4. Se va a decidir ahí la eliminatoria, es el partido clave para poder jugar luego una final de Copa, y es que eso sí que creemos que es de una incongruencia total. No entiendo nada", lamentaba el mister asturiano en la sala de prensa de San Mamés visiblemente contrariado. Pone la venda antes de que se produzca la herida.
Tampoco puede sorprender a nadie las palabras de un Marcelino que hace dos días ya se refirió al asunto y al orden de los partidos "Nos hubiera gustado otro orden inverso de los campos, pero hay mucha ilusión", dijo, antes de reconocer su cariño a Valencia y lanzar la primera puya a la directiva que lo despidió en la cima de su éxito. "A nivel emocional era el rival que menos quería. Viví allí fenomenal y guardo máximo respeto y cariño a los jugadores, al club, la afición,... otra cosa es a los dirigentes, pero admito que es complicado emocionalmente para mi", explicaba este domingo el asturiano.
"Nos hubiera gustado otro orden inverso de los campos, pero hay mucha ilusión"
"En Valencia estuve muy bien al igual que ahora lo estoy en Bilbao. Estoy encantado en Bilbao con la prensa, la afición y con los jugadores", dijo también
Marcelino es mucho Marcelino, si fuese Italiano, Alemán, Inglés, o Catalán ni tet cuento